Internautas cubanos han mostrado en las redes sociales cómo circulan algunos bicitaxis por el corazón de Miami, ante la mirada atónita de los conductores de otros vehículos.
La oleada de cubanos que ha recibido Florida recientemente, está transformando el paisaje urbano de Miami de muchas maneras.
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Una de esas transformaciones ya se nota en las calles, donde puedes encontrarte transitando en el mismo sentido, en una vía rápida, una limosina, un moderno SUV, un humilde "transpotation" y un bicitaxi.
Sí, aunque parezca insólito, se están haciendo virales en los meses recientes las imágenes de lo que parecen bicitaxis en la ciudad de Miami.
Algunos de estos bicitaxis de Miami van a un paso lento que es evidencia del pedal que está dando el ciclista que lo conduce, pero otros al parecer están motorizados y alcanzan algo de velocidad.
Están de moda y tienen un asiento trasero que permite llevar pasajeros. En dependencia del modelo podrían ir dos o más personas que viajan sentados, tomando aire fresco y expuestos sol de la Florida, sin miedo al éxito.
En febrero se notó también un incremento en el uso de motorinas y scooters en Miami. Las motocicletas de bajo cilindraje (mopeds) se han convertido en un medio de transporte asequible para los recién llegados.
Estos vehículos son una alternativa de transporte para quienes no cuentan con recursos económicos que les permitan adquirir un carro, pagar combustible, seguro del automóvil, entre otros gastos.
En Miami el carro privado es el medio de desplazamiento más utilizado. El transporte público no satisface las demandas de la creciente población, ni llega a todos los lugares, por eso quizás los cubanos han comenzado a sacar sus conocimientos y experiencias en temas de transporte ecológico y barato, viajando en bicitaxi.
Muchas personas están en contra de que los recién llegados impongan estos modelos de un país subdesarrollado en lugar de adaptarse al contexto nuevo y comenzar a luchar por conseguir trabajando los recursos para adquirir un carro.
Sin embargo, otras personas aceptan los cambios en el espacio público con risas, a sabiendas de que el "desorden de los cubanos" es transitorio y cuando el gobierno quiera le pone fin porque aseguran que "Estados Unidos es un país donde sí se respetan las leyes" del tránsito.
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