Dos canadienses que viajaban en el avión de Sunwing que en abril tuvo que aterrizar de emergencia en el aeropuerto de Varadero, relataron los momentos de angustia que vivieron luego de que la piloto anunciara que se había reventado un neumático trasero en el tren de aterrizaje.
Bernard y Josette Albert tomaron el vuelo rumbo a Canadá, para volver a su casa en New Brunswick, después de 11 días de vacaciones en Cuba.
La pareja estaba sentada en el lado derecho del avión cuando este empezó a temblar con fuerza al despegar desde el aeropuerto de Santa Clara.
Al pasar unos 15 o 20 minutos, la piloto anunció que aterrizarían de emergencia en Varadero y explicó el procedimiento.
Según Albert, fue entonces que los 190 pasajeros comenzaron a preocuparse. Algunos lloraron, sobre todo porque varias familias no estaban sentadas juntas.
"El avión rodeó el aeropuerto de Varadero unas cuatro veces", dijo a CBC News.
El turista agregó que el aterrizaje demoró más de lo habitual ya que la capacidad de frenado del avión estaba afectada, pero el avión no se inclinó y se detuvo mucho antes del final de la pista.
"El aterrizaje no fue tan malo como la partida. Así que nos sorprendió bastante, y fue un buen final para nosotros", subrayó.
A su llegada al aeropuerto, los bomberos rociaron espuma en los otros neumáticos del aparato.
Los pasajeros tuvieron que esperar en el avión alrededor de media hora antes de que llegaran los autobuses para transportarlos a la terminal.
Una vez en la terminal, los viajeros aplaudieron a la piloto Vicky Earks como a una heroína.
A las 10:00 pm, los viajeros fueron trasladados en siete ómnibus a un resort, donde pasaron la noche. Al día siguiente, volvieron al aeropuerto para tomar un nuevo vuelo a Montreal.
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