Un chofer del ómnibus 302 y su ayudante, que cubren la ruta del P4 en La Habana, ofendieron y amenazaron a un pasajero que exigió respetaran la parada en el parque El Curita.
"Quien tenga cómo hacer llegar a Dirección Provincial de Transporte en La Habana", escribió en Facebook el periodista oficialista Francisco Rodríguez Cruz (Paquito de Cuba), quien fue testigo del incidente.
Los usuarios Reno Massola y Mildred Legrá Colón presentaron una denuncia ante la empresa estatal de transporte público de la capital, para que conocieran del incidente, pero lamentaron que no siempre contesten los mensajes que se envían.
"Ese es el problema de este país, que quieren que uno use los mecanismos pero, cuando usted los usa, no funcionan y si funcionan se pasan 20 meses en darle una respuesta", refirió una mujer que se identificó como Vivian Rey.
Otros aseguraron vivir experiencias similares en los ómnibus de la capital, con trabajadores sin ningún tipo de educación y que maltratan a los pasajeros.
"Eso pasa todos los días. Cogí el P1 en la parada de Alberto y nos bajaron a todos en La Rosita, para montarnos en otro y cobrar nuevamente. El maltrato y la indolencia en los P es increíble", relató Ángel Miguel Germán Almeida.
Julie Figueredo, otra internauta, recordó cómo exigió a un chofer que no fumara dentro del ómnibus y al no hacerle caso, decidió anotar el número de matrícula para denunciarlo.
"Con tremenda agresividad me dijo que hiciera lo que me diera la gana, que él iba a seguir fumando porque le salía de donde todos sabemos", acotó la mujer.
En junio de 2022 un chofer de la ruta P12 amenazó con un machete a un pasajero que exigía se le devolviera el dinero del viaje, luego de que se rompiera el ómnibus en medio del trayecto, una conducta violenta que generó preocupación en el resto de las personas a bordo.
El maltrato de trabajadores estatales es otro de los problemas que tienen que sufrir los ciudadanos cubanos, en medio de la crisis general en el país, que se traduce en mala calidad de los servicios, precios elevados y poca oferta, entre otras situaciones.
A esto se suman los problemas subjetivos, como la falta de educación, el exceso de confianza, la nula empatía y el egoísmo, que provocan una ola de críticas de la población.
La cubana Ángela Fernández se quejó del pésimo servicio gastronómico que ofrecieron en la piscina del hotel Pernik, de Holguín, donde los camareros demoraron más de una hora en servir un pedido. "Y como si fuera poco, un filete de pescado de tilapia 540 pesos. Adónde vamos a parar", comentó.
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