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Más de 30 trabajadores del central azucarero Mario Muñoz Monroy, en el municipio Los Arabos, Matanzas, fueron despedidos por robar azúcar, informaron medios oficialistas.
Un total de 35 trabajadores han sido separados de sus puestos durante la actual zafra por sustraer azúcar del ingenio, un problema que mantiene en jaque a la administración de la fábrica, según un reportaje del canal local TV Yumurí.
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Jorge Santana Hernández, director del central, explicó que 16 de ellos se desempeñaban en puestos calificados, como puntistas, estibadores y operadores del área de evaporación, y algunos llevaban entre 15 y 20 años en el centro.
En medio de un contexto de elevada inflación en el país, donde los salarios percibidos en la industria son inferiores a los 3,000 pesos, los sacos de azúcar sustraídos llegan a venderse a 10,000 pesos en el mercado negro.
"Este asunto del robo de azúcar no nos deja trabajar, nos pasamos más tiempo detrás de los ladrones que en las cuestiones propias de la industria", aseguró el directivo de uno de los dos centrales activos de la provincia, que ha producido solo poco más de 8,000 toneladas de azúcar desde que inició la zafra a fines de diciembre pasado. Para alcanzar su plan de 25,800 toneladas, la fábrica matancera debe producir el doble de lo obtenido hasta la fecha.
Los malhechores, dijo Santana, suelen cometer los delitos en confabulación con trabajadores del centro, que no los reportan ni los detienen.
“Vienen por lo general en grupos, encapuchados y con armas blancas, y logran sustraer decenas y hasta cientos de sacos diariamente, a pesar de que hemos reforzado la vigilancia”, aseguró.
Según contó a la televisión local, en años anteriores los robos se daban en horas de la noche, pero en la zafra actual suceden en cualquier momento del día, preferentemente, en los horarios de cambios de turno.
Reveló que en numerosas ocasiones, han cortado la malla y roto la cerca de mampostería para robar el producto, sobre todo en períodos en que el central deja de moler caña y paraliza sus operaciones.
"Hay trabajadores que se nos han ido debido a las amenazas; no vi algo así en ninguno de los otros centrales en los cuales he estado. Esto hace tanto daño como los inconvenientes tecnológicos que hemos sufrido desde el inicio de la zafra", afirmó el directivo.
Señaló que en días pasados derrumbaron una pared para introducirse en las instalaciones y empezaron a arrojar piedras a los custodios.
El personal de vigilancia, temeroso del asedio y la intimidación, se niega a hacer guardias nocturnas y ante las amenazas constantes de los ladrones, decidieron construir una cerca perimetral con planchas de acero de hasta 12 milímetros de espesor y una altura de casi cinco metros.
La escasez de azúcar y su precio excesivo en el mercado informal han propiciado los robos cada vez más frecuentes en los centrales azucareros en Cuba.
Cargamentos cuantiosos han sido recuperados en varias provincias luego de producirse hurtos a los ingenios, que incide en la ya crítica producción azucarera en el país.
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