El ministro de Justicia Oscar Silvera Martínez llegó a Londres para participar en las audiencias finales del juicio contra el Banco Nacional (BNC) y la República de Cuba por la demanda de casi $74.5 millones que reclama la compañía caimanesa CRF I Limited.
"Me encuentro en Londres. Participaré en jornadas finales de la audiencia en la Alta Corte de Inglaterra. Defendemos la verdad: Banco Nacional y Cuba ratifican que CRF no ha sido ni es su acreedor", posteó el funcionario en Twitter este martes.
Este miércoles varios activistas cubanos reportaron la llegada al tribunal de la comitiva del régimen, a la cual se sumó el ministro, cuando falta un día para que finalice el juicio.
En el proceso que se está desarrollando en Londres el fondo CFR I Limited (CFR) reclama el pago de una porción de 75 millones de dólares (72 millones de euros) de deuda vencida, de los 1,200 millones de la deuda cubana que tiene en su poder. La demanda es contra el Banco Nacional de Cuba y la República de Cuba.
Al comenzar la lectura previa de las piezas del juicio, el miércoles 18 de enero, se precisó que en este proceso se determinará si CRF tiene capacidad legal para reclamar; y se abundó en detalles, inclusive sobre las dificultades para cobrar que afrontaría CRF si gana el pleito.
El pleito se deriva de la demanda de CRF contra el BNC, como deudor, y contra el Estado cubano [República de Cuba] como garante del pago.
El abogado y analista legal Arnaldo M. Fernández explicó en CiberCuba por qué Fidel Castro partió la deuda externa de Cuba en dos.
"Al instituir el BCC por el Decreto Ley No. 172, de 28 de mayo de 1997, Castro despojó al BNC de sus potestades de banca centralizada pero mantuvo sus funciones de registro, control, servicio y atención de las deudas anteriores, entre ellas aquellas contraídas por el propio BNC el 17 de enero de 1982 y el 30 de enero de 1984 con los bancos europeos Credit Lyonnais Bank Nederland NV (CLBN) e lstituto Bancario Italiano (IBI), respectivamente", escribió el analista.
"Ambos tenían sus créditos bajo custodia de la compañía pública limitada ICBC Standard Bank, que ya formuló contra Cuba otra demanda, aún sin radicar en el Tribunal Superior, pero no lo hizo con CLBN e IBI porque había cedido estos créditos a CRF", explicó en un reciente artículo.
Con base en esto, Cuba tachó a CRF de "fondo buitre": comprador a precio de remate de deudas públicas para reclamarlas bajo amenaza de demanda judicial si no se pagaban de inmediato.
Sin embargo, CRF replicó que nada tiene de fondo buitre, pues había propuesto al BNC, como deudor moroso, y al Estado cubano, como garante desleal, términos de pago mucho mejores que aquellos aceptados por Cuba al renegociar en 2015 su deuda con el Club de París.
Activistas cubanos se han manifestado diariamente en las afueras del Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales para exigir a la justicia que haga pagar a La Habana su deuda y para manifestar su indignación con el régimen responsable del hundimiento económico y social de Cuba.
El régimen cubano, consciente de que tiene altas probabilidades de perder en la querella, ha intentado calmar los ánimos asegurando que la demanda interpuesta por CRF I Limited (CRF) en Londres no afectará a la economía nacional.
En un artículo publicado por la prensa oficialista se afirma que la posible decisión del tribunal inglés no tendrá implicación alguna en la economía cubana, porque "se trata de una cuestión procesal de jurisdicción, por lo que, en ningún caso, en esta audiencia se discutirán montos financieros de la deuda". Los cubanos saben que esto no es cierto, ya bastante ha costado la contratación de poderosos bufetes de abogados para defender al gobierno en Londres.
Si CRF I gana, entonces la deuda se litigará ante ese tribunal, pero si pierde no se extinguirá la deuda, sino el derecho de CRF I a reclamarla en nombre de los acreedores originales: Credit Lyonnais Bank Nederland e lstituto Bancario Italiano.
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