La sostenida escasez de preservativos en las farmacias cubanas a lo largo y ancho del país ha devenido en un problema de salud pública que lanza a la población al mercado negro como única solución.
"Casi imposible porque en la farmacia ahora mismo no hay preservativos. Los preservativos los tienen los particulares y son los que traen del extranjero. Si no tienes una pareja estable estás expuesto a contraer enfermedades de transmisión sexual", admitió en joven en declaraciones al medio independiente Cubanet.
"La juventud sale y lo busca, y si no lo encuentra, se olvida de ello", opinó otro entrevistado que subrayó el peligro que tal actitud implica.
Los preservativos -fundamental en casos de no disponer de pareja sexual estable- alcanzan por estas fechas precios que oscilan entre los 50 y 70 pesos en moneda nacional, que se suman a la inflación reinante en el país.
Ante la falta del producto es habitual que numerosos grupos de compra y venta -como Revolico- oferten condones y otros métodos anticonceptivos y abortivos.
Sin condones en todo el país, la voluntad de las autoridades de promover relaciones sexuales protegidas para reducir la incidencia de las Enfermedades de Transmisión Sexual (ITS) y el VIH/SIDA -uno de los compromisos de Cuba con los Objetivos de Desarrollo del Milenio- queda en papel mojado.
Así lo lo indicó recientemente la jefa del Programa de ITS, quien confirmó el incremento de estas enfermedades sobre todo entre enero y octubre del pasado año.
Otra de las consecuencias indeseadas de la escasez de condones es el aumento de las cifras de abortos por embarazos no deseados. En 2022 se verificó un número de interrupciones de embarazos superior al de los dos últimos años.
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