Los gobiernos de Bolivia y Venezuela felicitaron a Miguel Díaz-Canel por el 64 aniversario de la revolución cubana, según trascendió en redes sociales.
Varios aliados del régimen afirmaron que la revolución cubana era un ejemplo de resistencia e independencia, aun cuando el gobierno cubano tiene a su pueblo sumido en una grave crisis y con una creciente represión.
Luis Alberto Arce Catacora, mandatario de Bolivia, dijo a su homólogo cubano que la revolución "es y seguirá siendo un símbolo de independencia, dignidad, justicia social y solidaridad", según consta en su cuenta de Twitter.
Por su parte, Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, dijo a su aliado cubano que la "victoria memorable" del pueblo aún sacude "conciencias" en el mundo e incomoda "las pretensiones del imperialismo yankee, de sostener su hegemonía por encima de la ola rebelde que avanza reclamando justicia".
El exmandatario bolviano, Evo Morales, también envió sus felicitaciones y reconocimiento al "digno pueblo de Cuba", "por mantener viva la llama de la libertad que ilumina el rumbo de dignidad, unidad y solidaridad de la Patria Grande antiimperialista", fueron las palabras pronunciadas en las redes sociales el 1 de enero.
Díaz-Canel no tardó en responder los mensajes de sus pares, a quienes llamó "hermanos" en sus textos, donde usó casi exactamente las mismas palabras en su agradecimiento.
Como no podía faltar, la autopromoción del gobierno cubano insistió en que fueron múltiples las expresiones de cariño y respeto por la Rrevolución "a través de redes sociales, actos públicos, manifestaciones, y también en más de 50 mensajes de Jefes de Estado y de Gobierno recibidos".
"Venceremos", fue la proclama más repetida por Díaz-Canel en sus tuits.
En un mensaje televisivo con estudiada puesta en escena y filmado al aire libre en la Plaza de la Revolución, Miguel Díaz-Canel hizo un llamado a la esperanza y dijo contar con todos los cubanos tras un 2022 que definió como uno de los años “más desafiantes" en la historia del país.
Con el tono triunfalista tan socorrido por el gobernante, compareció invocando “la fuerza del legado histórico” que -según subrayó- debe impulsar a los cubanos hacia un “nuevo año sin miedos y sin dudas, pero siempre conscientes de que podría ser aún más difícil” y advirtió que el 2023 puede ser todavía “más desafiante”, algo que calificó de “más atractivo para todo el que se sienta revolucionario”.
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