Decenas de residentes de Las Tunas, en el oriente cubano, salieron a protestar a ritmo de conga en contra de los apagones y el gobierno.
El sonido de la percusión metálica y los tambores, mezclados con los gritos de los ciudadanos que se movilizaron, se convirtieron en un suceso mediático.
Algunos a pie y otros encima de vehículos, mostraron su poder de convocatoria frente el gobierno, que continúa sin dar una solución a los apagones que desde hace meses someten al país a la oscuridad.
Imágenes divulgadas en las redes sociales ubican el epicentro de las protestas en la calle René Ramos, en el mismo corazón de la ciudad.
No se sabe si el gobierno local desplegó un operativo para reprimir la protesta y si hubo detenidos durante las mismas.
Este tipo de protesta se ha vuelto habitual en Cuba, sobre todo desde que las autoridades reconocieran que los apagones que sufren durante horas una parte importante del país, no tendrán solución en un corto período de tiempo.
A la obsolescencia de la maquinaria necesaria para producir electricidad se suman otros problemas como la rotura de los equipos electrógenos que mandó a instalar Fidel Castro cuando la era de la revolución energética; la falta de fondos para financiar inversiones en las termoeléctricas y la imposibilidad de cumplir con los planes de mantenimiento establecidos para esas maquinarias.
El discurso oficial intenta criminalizar a los que se manifiestan pacíficamente, y algunos opositores y activistas son amenazados con ser condenados por desorden público si se suman a las protestas.
Entre finales de septiembre y lo que va de octubre, el medio independiente Inventario ha contabilizado más de 90 protestas pacíficas en 11 provincias del país.
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