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El director general de la termoeléctrica Antonio Guiteras de Matanzas, Misbel Palmero Aguiar, informó este jueves que la solución de la avería que sacó de funcionamiento a la planta tardará al menos cuatro días.
"La solución de la avería se estima en cuatro días", afirmó el directivo en declaraciones al periódico Girón de esa provincia cubana, luego de que el martes la mayor central del país saliera del Sistema Electroenergético Nacional (SEN) por una rotura que "causó pérdidas de parámetros de la turbina (vacío)".
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Una crónica del diario matancero, que intenta endulzar la amarga situación energética del país y calmar a la población fastidiada por larguísimos apagones, señala que los operarios comenzaron las labores de recuperación de la planta el mismo martes con el lavado de alta presión del condensador.
Los técnicos están siendo auxiliados por especialistas de la termoeléctrica de Felton en Holguín, pero la limpieza del condensador es solo "una de las más de 200 acciones" que requiere la Guiteras para entrar en funcionamiento, lo que explicaría la demora, según el reporte.
Entre esas acciones están la limpieza de los calentadores de aire regenerativos, resolver los salideros exteriores de la unidad en su conjunto, cambio de válvulas, tuberías y otros accesorios.
De acuerdo con la fuente, la salida de la termoeléctrica del SEN no fue tan "imprevista" pues el bloque unitario de Matanzas ya venía presentando fallas, lo cual era evidente por el alto consumo de agua que indicaba un problema en la caldera, apuntó Palmero Aguiar.
Explicó que esta situación en la caldera disparó del mecanismo de protección tecnológica, ocurrido en el área de vacío, en la turbina, y obligó a detener las máquinas. Al respecto, dijo que ambos sucesos están ligados y ratifican que, en la práctica, ya no se podía mantener la unidad en línea con ese elevado consumo de agua.
"La Guiteras requiere, normalmente, unos 15 a 20 metros cúbicos de agua por hora y la situación se agravó tanto que ya el consumo estaba en el orden de los 70 m3. Para transportar esa agua desmineralizada desde la CTE Ernesto Guevara de la Serna, en Santa Cruz del Norte, era indispensable disponer de unas 20 pipas, como parte de la logística", detalló Palmero Aguiar.
Agregó que una vez corregidas todas las fallas el bloque podrá subir su carga hasta 230 MW y posiblemente pueda llegar hasta 280 MW tras una limpieza de la caldera, que requerirá "una parada de 10 días, lo cual no es posible por ahora", subrayó.
Sin embargo la demora será mínimo de cuatro jornadas –se lee en el pie de foto del rotativo, no así en el texto– pues luego de localizar con exactitud el lugar averiado el martes se confirmó la existencia de otra "falla en uno de los recalentadores, al parecer el de alta temperatura".
"Ya estamos acostumbrados a este desafío. La Guiteras responderá una vez más", aseveró Palmero Aguiar, como quien da el parte de un enfermo en fase terminal.
La escasez de combustible y las constantes averías en las termoeléctricas cubanas han desatado una ola de largos y frecuentes apagones que parecen no tener fin, y que han provocado manifestaciones de la población en varias localidades del país.
Con la imprevista salida de servicio de la CTE Antonio Guiteras, el déficit de generación será aún mayor, lo cual repercute en más horas de apagón para la población.
En ese contexto la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) alertó este jueves de la probabilidad de que haya un déficit de generación de energía de 1,136 MW, en caso de que la central de Felton, Holguín, no sincronice correctamente.
La crisis energética cubana ha obligado al régimen a buscar alternativas desesperadas. La víspera trascendió que La Habana inició negociaciones con la empresa turca Karadeniz Holding para duplicar los megavatios que producen sus centrales eléctricas flotantes rentadas por la isla, o rentar nuevas patanas.
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