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Las empresas de la industria pesquera en Granma esperan este año poder sobrecumplir su plan de exportación de langosta, principal rubro económico dentro del sector en la provincia.
A pesar de las afectaciones causadas por los cortes de electricidad, el gobierno cubano da prioridad a este producto, por su demanda en el extranjero, para tratar de aumentar sus ingresos.
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La Unidad Empresarial de Base (UEB) Extractiva de Niquero, perteneciente a la Empresa Pesquera Industrial de Granma (Epigran), espera alcanzar más de 200 toneladas de langosta para la venta internacional.
Según Rusbel González Remón, jefe del grupo de desarrollo de Epigran, el segundo semestre del año deben llegar a las 218.1 toneladas del crustáceo, superando así el plan anual, fijado en unas 200 toneladas.
González Remón reconoció que la falta de combustible ha afectado tanto la extracción como la industria. En esta última, hasta julio pasado no se había completado el amoníaco necesario para el funcionamiento de las cámaras de congelación.
No obstante, subrayó que la empresa posee los insumos, medios de protección y utensilios para dar respuesta a las producciones que se reciban.
También la UBE InduNiq, ubicada en Niquero, espera poder cumplir su plan de producción a pesar de los apagones, gracias al esfuerzo de sus trabajadores y a nuevas inversiones que se hicieron.
Según Jorge Rosa Acuña, jefe de planta de InduNiq, tras el levante de veda en julio, tenían un plan para el mes de 44 toneladas y en nueve días lograron 52.
"Independientemente de la actual situación energética, procesamos las 52 toneladas obteniendo un aprovechamiento industrial por encima del 87 por ciento. Resultado que nos ubica entre los mejores a nivel nacional", dijo al periódico La Demajagua.
Rosa Acuña reveló que se instalaron un nuevo túnel de congelación y un congelador de placa que multiplicó la capacidad de almacenamiento de la langosta.
"Los cambios tecnológicos que se hicieron en la industria favorecen el proceso. Anteriormente, demorábamos 24 horas para congelar una producción, hoy solo necesitamos ocho. El congelador de placa nos permite llevar a la par otras producciones de escama", detalló.
Por su parte, Francisco Núñez, con 40 años en el sector, explicó que el valor agregado de la langosta está en la calidad del proceso, que requiere esmero, precisión y conocimiento de la actividad.
"Existen varios requisitos indispensables para cumplir las exigencias del cliente, se trata de un producto de exportación que va al mercado mundial: Asia, África y Europa. Por lo que incluye procesos de revisión y control de la calidad", dijo.
En mayo pasado, la Empresa Pesquera Industrial de La Coloma (EPICOL), en Pinar del Río, anunció la preparación de un vivero para exportar langostas vivas, dada su alta demanda en el mercado internacional.
"Es un proyecto que más que aumentar la cantidad de productos a exportar, eleva los valores económicos de la empresa y es un surtido más y un cliente más al que le vamos a llegar”, dijo Ray Leonar Sánchez, director de tecnología y calidad de la entidad.
El directivo explicó que los nuevos estanques posibilitarán conservar durante 72 horas el crustáceo vivo, donde se adormece antes de empacarse para su traslado.
"Este es un producto que llega vivo y que se recupera después en un estanque y que el cliente la puede pedir a solicitud de la que él quiera comer", precisó.
El consumo tanto de langosta como de camarones es algo impensable entre los cubanos de a pie.
Solo se vende a altos precios en algunas tiendas en MLC, mientras otros acuden al mercado negro y a la pesca furtiva, esta última penalizada por la nueva Ley de Pesca con multas de 5,000 pesos.
Manuel Sobrino, ministro de la Industria Alimentaria, expresó en 2020 que Cuba exporta productos como el camarón y la langosta para garantizar el dinero para adquirir los alimentos que el gobierno vende mediante la libreta de racionamiento.
"Si nos damos el gusto de comer langosta y camarones faltará la leche de los niños", subrayó, en una afirmación que generó gran polémica.
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