Un hombre de Florida sobrevivió luego de escapar al ataque de un caimán de tres metros y medio que le provocó heridas en el torso y la cabeza mientras nadaba en un lago y filmaba un video instructivo con un dron que captó el dramático momento.
“Un hombre de Florida que filmaba para su empresa es atacado por un gran caimán y vive para contar la historia. Recuerde, cualquier curso o embalse de agua dulce en Florida tiene, tendrá o ha tenido caimanes y no es 100% seguro para nadar. ¡Tenga cuidado allí!”, recordó vía Instagram el Everglades Holiday Park.
Sucedió el 3 de agosto, cuando Juan Carlos “JC” LaVerde, fue al lago Thonotosassa, en las afueras de Tampa, con la intención de filmar un video promocional para la empresa que dirige y recibió una brutal mordedura en el cráneo por un caimán de grandes dimensiones.
El momento fue captado en video por un dron de la propia víctima, en el que se distingue el espeluznante momento del ataque y la desesperada lucha de “JC” por sobrevivir. Tras unos segundos de forcejeo con el reptil, el exintegrante de la Fuerza Aérea de 34 años de edad consiguió librarse de la mordedura del animal metiendo sus manos en las fauces del caimán y abriéndolas para escapar.
“Siempre predico el riesgo mitigado, y ese día fracasé, y todo se fue completamente por la ventana”, dijo JC a un medio local, según Televisa. En efecto, ese día el hombre había olvidado sus goggles y buena parte de su equipo en casa, por lo que nunca se percató del enorme caimán que estaba nadando en su dirección hasta que ocurrió el ataque.
Las mordidas de estos animales pueden rondar entre los 900 y 1000 kilogramos por centímetro cuadrado, sin embargo, la adrenalina liberada tras el ataque hizo de “JC” consiguiese abrir las fauces del reptil con la fuerza de sus brazos y manos.
“Una cantidad increíble de fe en mí mismo de que no iba a morir”, recordó JC sobre las sensaciones que tuvo en ese momento. “Sabía que iba a estar bien, pero necesitaba actuar con seguridad”, declaró.
Cuando por fin pudo zafarse del animal, el afortunado aventurero nadó hasta la orilla y pidió ayuda. Al esfumarse la adrenalina, comenzó a sentir un dolor insoportable y perdió el conocimiento. Afortunadamente, algunos testigos ya se habían puesto en contacto con los servicios de emergencia, indicó el citado medio.
Las graves heridas producidas por la mordedura del caimán ocuparon a los médicos durante seis horas, en una operación de emergencia que mantuvo en vilo a los familiares de “JC”.
“Estábamos todos allí un poco acurrucados, orando, y no sabíamos qué esperar”, dijo la esposa de JC, Christine LaVerde, sobre las horas de angustia en el hospital. “Lo que vi en la sala de emergencias era muy malo”.
Las fauces del caimán le habían aplastado el cráneo, le rompieron la mandíbula y dañaron un nervio facial. “Entonces, terminaron haciendo una craneectomía y extirparon parte de su lóbulo temporal”, dijo la esposa.
JC, quien también trabaja como voluntario en el cuerpo de bomberos, ha recibido un tremendo apoyo de parte de su comunidad. A los ocho días de haber ingresado al hospital fue dado de alta.
A JC le queda todavía una cirugía más por delante para que le implanten una placa sobre el cerebro. A pesar de estar todavía en riesgo de infección, JC mantiene todo su optimismo de que va a superar las complicaciones derivadas de su insólita aventura.
Con 80 dientes afilados, la mandíbula y el mordisco de los cocodrilos es tres veces más fuerte que la del león, según crhoy.com. Un informe de la Universidad de Missouri desveló que los cocodrilos gozan de una segunda articulación en su mandíbula, que les permite distribuir la fuerza de su mordida y evitar que se tuerza.
En 2010, una investigación hecha por científicos de la Universidad de Florida, determinó que el animal con el mordisco más potente es precisamente la del cocodrilo.
Sin embargo, su mandíbula es más sensible que la yema de un dedo humano. Esto obedece, según estudios, a que cuenta con miles de órganos sensoriales que protegen los nervios.
“Con una fuerza de aplastamiento de más de 16 mil newtons, tienen una mordedura heredada de la era mesozoica, cuando sus antepasados gigantes coexistieron con el T-rex y otros mordedores impresionantes. En comparación, la mordedura humana típica implica alrededor de 500 newtons de fuerza“, indicó el informe.
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