El presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), el realizador Luis Morlote, llamó el viernes último a “no ceder un ápice ante el avance de los medios hegemónicos” durante el Consejo Nacional de la organización.
“El estímulo a los creadores, los diversos criterios sobre la programación cultural, pero debemos plantearnos cómo no ceder un ápice ante la avance [sic] de los medios hegemónicos”, indicó la cuenta de Twitter de la Presidencia de Cuba.
Preocupados por la batalla del relato sobre la realidad cubana, las autoridades culturales y políticas del país subrayaron “el avance” de nuevas narrativas sobre Cuba, reflejadas fundamentalmente en la prensa independiente del país, a los que la doctrina “revolucionaria” identifica con “medios hegemónicos”.
“La UNEAC puede anticipar respuestas”, aseguró Morlote ante el gobernante Miguel Díaz-Canel, presente en el evento que se desarrolló en el capitalino Palacio de las Convenciones con la presencia del jefe del Departamento Ideológico en el Comité Central del Partido, Rogelio Polanco, el ministro de Cultura, Alpidio Alonso y el cargabates Abel Prieto.
Y así fue efectivamente, la UNEAC anticipó respuestas a la pérdida de hegemonía en el relato. “Tenemos la obligación de reconstruir símbolos, de enseñarle a niños y jóvenes la grandeza de los artistas cubanos”, propuso el narrador Eldys Baratute, que, además de presidir la Asociación Provincial Hermanos Saíz en Guantánamo, es diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular.
“Por el compromiso ético y estético que una generación de artistas ha asumido tenemos el deber de posicionarnos en el corazón de Cuba”, aseveró el tuit de la Presidencia, que insiste en el slogan de “ponerle corazón a Cuba” frente al cuestionamiento creciente de la sociedad civil hacia el régimen comunista.
A un año de las históricas protestas del 11J en Cuba, la cúpula del poder totalitario cubano sigue empeñada en parchear la realidad con visitas gubernamentales a termoeléctricas y barrios empobrecidos, videos de Díaz-Canel con un bate (sin Abel Prieto), resolviendo los problemas de los cubanos en Tik Tok y en el Palacio de las Convenciones.
“Este Consejo ha devenido en una declaración de principios, de principios revolucionarios”, afirmó el gobernante en la clausura del Consejo Nacional de la UNEAC. Una afirmación que es el símbolo más cristalino del papel que asigna a los intelectuales la llamada “revolución”, a la que ahora doctos herederos llaman “continuidad”.
Según Díaz-Canel, “es preciso crear, mostrar, viralizar como se dice ahora, la genuina y poderosa cultura cubana en todos los ámbitos, para ganarle la pelea a la mediocridad”. Para ello, su esposa -la funcionaria Lis Cuesta- lanzó el reto viral de #SacaTuPulóverComunista.
Para el gobernante designado por el dictador Raúl Castro es necesaria “una ofensiva absolutamente creadora frente a la agresividad imperial”. Sin embargo, reconoció, “aún es muy pobre el uso que le damos a las nuevas tecnologías para la comunicación digital: los podcasts, los videos en YouTube, los blogs de autor, los foros de chat, los grupos de debate en redes sociales…”.
Celebrando la “serenidad, valor y profesionalidad” de los artistas "revolucionarios" frente “a los peores ataques” de la guerra cultural del imperio, el primer secretario del PCC felicitó a Buena Fe, Cándido Fabré, Arnaldo y su Talismán y Raúl Torres. “Emocionan esos sonidos asociados a un tiempo heroico”, dijo de estos músicos y portavoces de su régimen.
En esa guerra, el “enemigo” se vale de “un potente aparato de reproducción ideológica con grandes conglomerados de medios de comunicación, recursos materiales y financieros que bombardean constantemente ideas, valores, y modos de ser”, aseguró el primer secretario del único partido legal de Cuba, rodeado de las “musas” del totalitarismo cubano.
“Estoy convencido de que defendiendo el Socialismo superamos la dura situación actual y venceremos al odio imperial”, sentenció Díaz-Canel, según Cubadebate, antes de firmar una profesión de fe todavía más surrealista y desconectada de las experiencias del cubano de a pie.
“El socialismo nos salvó ante la pandemia”, dijo entornando sus ojillos. “El socialismo venció el intento de golpe vandálico, y lo que realmente nosotros vamos a festejar como un primer aniversario el 11 de julio, es que el pueblo cubano y la Revolución cubana desmontaron un golpe de estado vandálico”, sentenció el gobernante que pretende ganar la batalla del relato y clausura un evento de los intelectuales con perlas semejantes.
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