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Más de dos toneladas de pescado que estaban destinadas a venderse en una feria local en Bejucal, en la provincia de Mayabeque, se echaron a perder, según denuncias en redes sociales.
“Reportan la pérdida de 2,3 toneladas de pescado que, según dicen, estaba destinado a venderse en la circoferia expositiva de subdesarrollo local realizada este fin de semana en mi pueblo, Bejucal”, denunció en Facebook la periodista Leyda Machado, quien precisó que en el mercado de la calle 19, de la citada localidad, “el olor a podrido era insoportable”.
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La comunicadora se quejó de que se trata de “la misma historia de los quintales de mango que se echaron a perder en Camagüey o de tomate en Artemisa porque necesitaban un autorizo que no llegó, porque, porque porque...(por solo mencionar los últimos episodios de este tipo)”.
“Más de la misma burocracia, desorganización y desidia que nos rodea”, sentenció Machado, que acompañó su denuncia de duras fotos de miles de pescados pudriéndose sin las correctas condiciones de refrigeración.
La periodista se hizo eco de la publicación original de Pedro Luis González Acevedo, un residente en el municipio, quien previamente se había preguntado en la citada red social por el destino de las 2,3 toneladas de pescado cuya venta se había prometido para la expo-feria de Bejucal.
En los foros donde ha sido reportada la noticia, residentes en la zona confirmaron el hecho.
"Los metieron en la nevera del mercado de 19 y se echó a perder por falta de electricidad, todavía hay peste allí", indicó un internauta, mientras que otro precisó que "la peste daba en la calle" y que tuvieron que limpiar con mangueras de agua el lugar.
El lamentable incidente, que hasta el cierre de esta nota no ha sido confirmado por la prensa oficialista, tiene lugar en medio de la severa crisis alimentaria que padece el país.
Lo sucedido ha generado profunda indignación en un pueblo marcado por un profundo desabastecimiento, que debe ingeniárselas para poner la comida en la mesa cada día.
"Yo no como pescado desde que viajé a Estados Unidos antes de la pandemia (y me puedo considerar afortunado)...y que ahora a dos cuadras de mi casa se pudran más de dos toneladas de pescado. Y no pasa nada”, sentenció un comentarista.
Manuel Santiago Sobrino Martínez, ministro de la Industria Alimentaria, admitió en septiembre del pasado año que en Cuba hay un fuerte déficit de pescado y que su consumo está por debajo de los cuatro kilogramos al año por persona.
“Es un tema en el que hay que trabajar”, apuntó escuetamente en una polémica Mesa Redonda en la que dejó algunos titulares, entre ellos que productos como el camarón y la langosta son exportados para garantizar el dinero para la compra de los alimentos que el Gobierno comercializa a través de la libreta de racionamiento.
Por otra parte, tal como enumeró Leyda Machado, no es la primera vez en los últimos meses que una cantidad significativa de alimentos se echan a perder en la isla.
En febrero, más de 200 quintales de tomates se pudrieron en Artemisa, como consecuencia de la demora en su recogida por la Empresa de Acopio de la provincia, que desde diciembre de 2021 no entregaba cajas para la recolección a los campesinos de la Cooperativa de Créditos y Servicios Fortalecida (CCSF) Camilo Cienfuegos.
En medio de la profunda crisis de alimentos que enfrenta Cuba, en otros territorios del país también se perdieron cosechas por falta de recursos durante 2021.
En mayo, en la Finca el Palmar, en Manzanillo, Granma, se reportó la pérdida de una cosecha de mango por ineficiencia del Estado.
En marzo del pasado año, campesinos de Pinar del Río también denunciaron la pérdida de sus cosechas de ciclo corto debido a que la empresa estatal Acopio, encargada de su recolección y traslado a los mercados, no cumplió con sus funciones ni permitió que los productores las transportaran ni comercializaran por sus medios.
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