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Según un informe del Observatorio Cubano de Conflictos (OCC), durante mayo disminuyeron las protestas en el país, pues de casi 300 reportadas en abril, la cifra llegó a 185, distribuidas en las 15 provincias y el municipio especial Isla de la Juventud.
“En mayo de 2022 hubo un promedio de casi seis protestas diarias. Esto significa un decrecimiento de cuatro protestas diarias en relación con el mes pasado en que ocurrieron 293 para una media de 10 diarias”, explicó la organización en su documento, donde también señaló que 77 manifestaciones (42%) ocurrieron para demandar derechos civiles y políticos, mientras que 108 (58%) tuvieron motivaciones económicas o sociales.
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“Mayo presenta dos rasgos nuevos. Por primera vez las protestas disminuyeron (185) a niveles equivalentes a las de marzo de 2021 (184)”, destacó el OCC en el informe. No obstante, las demostraciones contra el desabastecimiento de productos, la inflación y el colapso del sistema de salud aumentaron (105) en relación con el mes anterior (79), a la par de las insatisfacciones de la población con respecto al servicio eléctrico, pues los apagones provocaron 28 manifestaciones contra el gobierno.
Asimismo la institución afirmó en el texto que el decrecimiento general es del 37% en correspondencia con cuatro factores fundamentales: “la entrada en vigor del nuevo Código Penal con una mayor penalización de delitos y el incremento de la pena de muerte; la reducción de penas carcelarias a algunos de los participantes de las protestas del 11 de julio del 2021, que pudieran haber creado expectativas positivas entre los familiares y simpatizantes de quienes aún esperan sentencia; el éxodo migratorio que se equipara a un nuevo Mariel, y las medidas de la administración Biden flexibilizando las sanciones, que crean la esperanza de que se van a reanudar las actividades turísticas”.
La Habana fue el escenario de la mayor cantidad de actos de protesta con 74, seguida por Guantánamo con 15, Santiago de Cuba con 12 y en Villa Clara se registraron 11, cinco menos que durante abril.
El OCC resaltó que hacia finales del mes anterior se pasó del espejismo de gobernabilidad que el régimen intentó montar para el Desfile del Primero de Mayo, a nuevos gritos de “libertad” protagonizados por una multitud de cubanos, en su mayoría jóvenes, en un concierto que ofreció el cantautor Carlos Varela en el coliseo deportivo de La Habana.
“La causa principal de la ingobernabilidad en la sociedad cubana se mantiene inalterable. La raíz de la ingobernabilidad radica en el obsoleto régimen de gobernanza que bloquea internamente las fuerzas productivas. Sin embargo, el gobierno cubano no ha dado señal alguna de que esté dispuesto a una reforma económica sistémica que otorgue seguridad no solo al inversionista extranjero sino también –y sobre todo– al nacional” advirtió esta organización.
De acuerdo con el informe mayo mostró que la dictadura y sus líderes caen en un descrédito cada vez mayor y que da muestras casi diarias de inseguridad. El OCC puso como ejemplo el enorme operativo policial y militar montado para el traslado al Tribunal Municipal de Marianao de Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel “Osorbo”, además de bloquear el acceso a internet de periodistas independientes y activistas de la sociedad civil.
El documento reseñó que la pérdida de credibilidad del gobierno pasa también por el pésimo uso de redes sociales de los más altos representantes del mismo, en especial las de la mal llamada Primera Dama Liz Cuesta, blanco constante de burlas y críticas por sus injustificables tuits.
“Llama la atención la declaración de un conocido agente de influencia del gobierno, el ex diplomático Carlos Alzugaray, quien siendo residente en Cuba se atrevió a afirmar a EFE que 'la credibilidad del gobierno está en duda' y que esa es una diferencia esencial con el llamado periodo especial”, amplió el OCC.
De acuerdo con el Observatorio, “si bien las formas más brutales y directas de represión política antes se enfocaban principalmente en grupos de activistas, ahora se han extendido llegando al ciudadano común. Como reacción, ahora también el descontento y las protestas tienen lugar tanto en barrios marginales como entre profesionales, intelectuales y artistas, además de redes sociales y cárceles. En mayor o menor grado las protestas forman ya parte 'normal' de la actual sociedad cubana”.
La Seguridad del Estado mantuvo durante el Día de los Trabajadores un cerco constante contra los activistas, artistas y periodistas independientes. La policía política también lleva más de 15 domingos reprimiendo los intentos de las Damas de Blanco de acudir a misa y pedir la excarcelación de los cientos de presos políticos que mantiene el régimen a lo largo de todo el país.
La organización incluyó en su informe las manifestaciones por falta de transparencia en la gestión gubernamental, sobre todo a partir de la terrible explosión que el 6 de mayo destruyó el Hotel Saratoga y causó la muerte de 46 personas, entre ellas cuatro menores de edad y una mujer embarazada.
“La apurada y terminante valoración oficial –dada por políticos, no por peritos– de que se trataba de un lamentable accidente, por lo que no cabían otras especulaciones, no fue bien recibida por la opinión popular. Sobre todo porque numerosas fuentes informaron de inexplicables movimientos policiales en la capital horas antes del siniestro e incluso de la precipitada convocatoria a reuniones en que se urgió a las administraciones de ciertas instalaciones a que permanecieran alertas”, aclaró el OCC al respecto.
“La disfuncionalidad de un régimen de gobernanza obsoleto y la voracidad depredadora de una elite cleptocrática que se ha desentendido de las necesidades más perentorias de la población explican por qué se tiene como prioridad reconstruir el hotel cinco estrellas (Saratoga) antes que compensar debidamente a los damnificados. (...) Durante los próximos meses de verano, lo único seguro será la incertidumbre”, dijo la organización a modo de conclusiones.
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