La Industria de Productos Lácteos Río Zaza de Sancti Spíritus reanudó la elaboración de yogur de soya, luego de que la falta de materias primas paralizara la producción en los últimos meses.
En este periodo la distribución del yogurt a los niños de siete a 13 años por la canasta familiar, la merienda escolar y el consumo social de detuvo completamente.
Alberto Cañizares Rodríguez, director en funciones de esa entidad estatal, dijo al semanario Escambray que, “tras la llegada de la materia prima principal, en este caso el frijol de soya, comenzaron de inmediato el proceso productivo que comprende unos 12 000 litros diarios para su distribución por las unidades del comercio minorista”.
El directivo aclaró que actualmente “la planta elabora otras cantidades de yogur, hasta completar unos 25 000 litros por día con vistas a cubrir las cifras establecidas para hospitales, círculos infantiles, hogares de ancianos y materno, entre otros programas priorizados”.
No obstante Cañizares añadió a Escambray que, “aunque ya se produce yogur de soya, todavía no se destina parte de este alimento a la venta liberada debido a que la prioridad, según la materia prima recibida, es para los programas antes mencionados”.
El representante del Lácteo en Sancti Spíritus aseguró que la industria “muestra cierta estabilidad en sus elaboraciones”, y señaló que este martes la entidad reinició la elaboración de otros productos como “el queso crema para la venta en la red de divisa y en los Mercados Ideal, el queso frescal y otros derivados que igualmente se comercializarán en esas unidades y en las ferias dominicales”.
Muchos cubanos, sin embargo, no pueden acceder a estos otros productos porque se venden fundamentalmente en tiendas en MLC a precios, por demás, prohitibos para muchas familias.
El pasado abril Cañizares había declarado al mismo medio oficialista que continuarían sin venderle yogur de soya a los niños de entre siete y 13 años porque no había materias primas para elaborar el alimento, sobre todo el frijol de soya necesario para producir este alimento.
Pobladores de Sancti Spíritus se quejaron de esa inestabilidad en la venta normada de leche y yogurt para niños, y señalaron que estos productos se distribuían, además, fuera de horario y muchas veces llegaban en mal estado; por lo que no solo se trataba de problemas en la producción sino también de calidad y comercialización.
Los problemas para elaborar productos lácteos y en particular el yogur de soya han llevado a buscar “alternativas” que no siempre son las mejores para la alimentación de los cubanos, en particular los más pequeños.
En abril el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) anunció que durante ese mes se sustituiría, en 10 provincias del país, el yogur de soya que se debe distribuir a los niños por mezcla para batido.
Los productos lácteos son fundamentales en la alimentación de los cubanos, sobre todo ante la persistente crisis alimentaria que se vive en el país. Aunque se intenta priorizar a los niños, la tercera edad también está siendo golpeada por la escasez.
Recientemente una anciana cubana denunció a través de un video el hambre que están sufriendo los abuelos, y dijo que llevaba más de un año sin tomar leche.
La actual sequía en Cuba también ha incidido negativamente en la producción de los derivados de la leche en el país. En Las Tunas, por ejemplo, se utiliza la soya como sustituto lácteo en la elaboración de helados, ante la escasez de leche.
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