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El Observatorio Cubano de Conflictos (OCC) registró un total de 232 protestas cívicas en el país durante marzo último y afirmó que “Cuba es una bomba social con mecha corta”.
“La represión sigue siendo el motivo principal de las protestas en Cuba, 134 protestas por esa razón representan el 57% del total”, señaló el OCC en un comunicado. Esto significa que “más de la mitad son motivadas por la represión y abuso policial, y de ellas 70 fueron motivadas por las arbitrariedades judiciales y condenas a manifestantes pacíficos del 11 de julio, así como con las torturas y maltratos en las cárceles”.
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En comparación con igual etapa del año anterior, ocurrieron 48 manifestaciones más, para un promedio diario de siete y un incremento del 26%. Según el informe del OCC, en marzo de 2021 tuvieron lugar en Cuba 184 protestas (seis por jornada).
“Las protestas en defensa de derechos económicos, sociales y culturales (DESC) fueron 84 (36%). Estas se concentraron en las consecuencias inflacionarias de la 'tarea ordenamiento', el rechazo a las tiendas de ventas en MLC (Moneda Libremente Convertible) y el desabastecimiento de productos básicos como leche o zapatos para niños (39, para un 17%), las violaciones de derechos laborales (9, para un 4%) y denuncias de la mala gestión del gobierno (35, para un 15%)”, agregó el Observatorio.
De acuerdo con esta organización, en las provincias de Mayabeque, La Habana, Artemisa, Villa Clara y Guantánamo ocurrieron el mayor número de manifestaciones. En estos territorios tuvieron lugar 152 hechos, para un 65% del total.
En febrero de 2022 el OCC registró 207 protestas en todo el país, mientras que en enero la cifra fue de 275, para un acumulado de 714 en lo que va de año, en lo que sin dudas representa un incremento de la crisis de gobernabilidad que sufre la isla a partir de la peor combinación posible: la miseria y la falta de libertades.
“Cuba quedó en el año 2021 como el país con la economía más miserable del mundo, de acuerdo con el indicador HAMI por sus siglas en inglés 'Hanke's Annual Misery Index' creado por el economista Arthur Okun”, a partir de una inflación anual vertiginosa del 1221,8%. El país también resultó el “menos libre de América, de acuerdo con el más reciente informe sobre la 'Libertad en el mundo' que realiza anualmente la organización internacional Freedom House”.
La ONG denunció que las autoridades del régimen ponen en práctica una política a la que denominan “Gran terror”, que incluye la represión brutal e indiscriminada, la promoción de éxodos masivos y el destierro forzoso de activistas destacados. El objetivo es “hacer desaparecer las protestas, pero la realidad demuestra que ha fracasado hasta ahora. Sin embargo, ha traído consecuencias negativas a la percepción externa del país sin resolver la inestabilidad interior”.
En su informe incluyó, además, una lista de los hechos que en marzo atentaron contra la gobernabilidad de la nación. En primer lugar, el descrédito de los representantes del régimen, incluido Miguel Díaz-Canel; en segunda instancia, el posicionamiento de artistas y científicos reconocidos contra la represión a los manifestantes del 11J.
Otros indicadores fueron el debilitamiento de las bases sociales, el aumento del número de opositores, la militarización del país, la realización de protestas desde los recintos penitenciarios, la asunción que han hecho los cubanos de su derecho a manifestarse, el incremento de la violencia en estos hechos, la coordinación entre los diferentes factores de la oposición y el endurecimiento de instrumentos legales como el nuevo anteproyecto del Código Penal.
El Observatorio Cubano de Conflictos estimó que la crisis de gobernabilidad en Cuba será más evidente en los próximos meses. En 2018, fecha en que realizaron el primer informe de este tipo, el número de protestas visibles era mínimo. “Sin embargo, desde entonces OCC advertía que la falta de diálogo o solución a las demandas de la población incrementaría la conflictividad nacional”, sostuvo.
Esta ONG surgió con el apoyo de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba. En su agudo análisis de la realidad cubana aseguró que la antigua sumisión del pueblo a las autoridades esta siendo remplazada por un profundo rencor, pues “la psicología de la población no es hoy la previa a la explosión social del 11J. Los mecanismos de manipulación entraron en una crisis insuperable ante la bestialidad de la represión y los juicios inquisitoriales asociados a los hechos de aquella jornada de sublevación popular”.
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