El gobierno cubano volvió a decir públicamente este martes que el Producto Interno Bruto de la isla crecerá un 4% en 2022, tras aplicarse un paquete de medidas económicas.
"El país sí puede crecer, tiene posibilidades reales para hacerlo y alcanzar el 4% de crecimiento previsto en 2022, a partir de la implementación eficiente de todas las medidas aprobadas, las cuales se concretan en los territorios", dijo Alejandro Gil Fernández durante un encuentro con los presidentes de las Asambleas Municipales del Poder Popular.
Gil Fernández aseguró que en lo que va de año "se aprecia una recuperación gradual" en algunas producciones, comparando con el 2021, fundamentalmente en las exportaciones de bienes y en agricultura, de acuerdo a un resumen que publicó la Asamblea Nacional en su portal web.
Aún así, Cuba todavía sufre las consecuencias de la caída del 13% del PIB, fundamentalmente tras la aplicación de la Tarea Ordenamiento, que trajo como consecuencia una inflación económica y el encarecimiento de la vida de los cubanos.
A pesar de las críticas realizadas por expertos en economía sobre ese plan de alcanzar un crecimiento del 4% durante el 2022, el ministro cubano de Economía y Planificación sostiene que la Estrategia Económica y Social para este año "consiste en avanzar en el proceso de estabilización macroeconómica, en la recuperación del papel del peso cubano como centro del sistema financiero y en la racionalidad de los precios de los productos y servicios".
"Es irreal porque ahora habrá que conseguir ese crecimiento manteniendo bajo control la inflación que se ha extendido por la economía, distorsionando los precios relativos, reduciendo la competitividad económica y lo que es peor y más grave, el poder adquisitivo de millones de cubanos que cobran sus sueldos y pensiones en pesos cubanos", aseguró en un artículo el economista Elías Amor a finales del pasado año.
El discurso de Gil Fernández está a tono con el triunfalismo que defiende en múltiples escenarios para asegurar que la gestión de su ministerio permitirá acabar con la inflación que ellos mismos generaron, al eliminar el CUC y la gran mayoría de las subvenciones, propiciar la aparición de tiendas en divisas extranjeras y obligar a los ciudadanos a adquirir estas monedas en el mercado informal.
“No es fácil, pero no imposible, está en nuestras manos y lo lograremos”, dijo el funcionario cubano ante el Parlamento en la última sesión del Estado cubano, quien negó que el régimen comunista sea el principal responsable del empobrecimiento de los ciudadanos.
Este discurso de éxito que promueve La Habana y que divulga la prensa oficialista, ocurre en medio de una ola de crisis generalizada, que abarca el panorama político, económico y social de Cuba, con cientos de cubanos migrando por cualquier vía y ciudadanos hartos de la represión.
Es por eso que la etiqueta #SOSCuba vuelve a ser tendencia en las redes sociales, y según algunos analistas puede ser la antesala de otro estallido social, similar al del 11J , cuando cientos de ciudadanos ocuparon las calles de manera espontánea para pedir un cambio y mejorías para todos.
El uso de las redes sociales y las constantes denuncias que allí tienen lugar permiten visibilizar la situación de la isla y las carencias que atraviesan los ciudadanos, fundamentalmente aquellos que no tienen otra fuente de ingreso que no sea los depauperados salarios y la falta de oportunidades económicas que rigen la vida en Cuba.
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