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La empresa estatal Industria Electrónica Camilo Cienfuegos, ubicada en La Habana, reanudó el ensamblaje de cocinas de inducción que luego serán vendidas a la población por el elevado precio de 3,343 pesos.
De acuerdo con un reporte del Noticiero de la Televisión Cubana, la fábrica deberá producir 10,000 equipos cada mes, que se comercializarán primero en la región oriental del país. El módulo completo incluye, además, dos cacerolas, una sartén y una cafetera.
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Aida González, directora de Servicios Personales, Técnicos, Comerciales y de Uso Doméstico del Ministerio del Comercio Interior (MINCIN), aseguró que la etapa inicial del programa beneficiará a ciudadanos en condiciones de vulnerabilidad económica y social, a quienes se les repondrá el equipo dañado o se les entregará uno nuevo.
Sin embargo, estas personas atendidas como casos sociales deberán pagar la cocina de inducción y su menaje al precio ya antes mencionado, seis veces por encima del valor anterior, que ascendía a 500 pesos.
Según los directivos del MINCIN, el considerable aumento del importe responde a las disposiciones de la llamada "Tarea Ordenamiento", que implica incluir el costo del proceso de producción.
Manuel Noda, subdirector de la empresa, afirmó que el nuevo precio responde también al alza del coste de las piezas para el ensamblaje, pues la mayoría se adquieren en el mercado internacional, a través de costosas operaciones de importación.
Según el dirigente, es interés de la fábrica bajar el importe total y para ello instalan paneles solares y reciclan secciones usadas en equipos rotos. Asimismo, argumentó que los componentes plásticos de estas cocinas se elaboran en la misma instalación a partir de convenios con la Empresa de Materias Primas.
Como alternativa, aseguran que la población podrá acudir al crédito que otorga el MINCIN a los consumidores para la compra de artículos del hogar y efectos personales, con tasas de intereses igualmente desproporcionadas del 2,5%.
Las entidades encargadas de la comercialización serán los talleres del Programa de Ahorro Energético, que deberán llevar equipos hasta las zonas de difícil acceso geográfico incluidas en el Plan Turquino.
Por el momento, según los directivos, la empresa capitalina está en condiciones de garantizar una producción mayor de cocinas, por lo que su venta podría ampliarse a otras provincias cubanas.
En 2021 la fábrica de productos electrónicos ensambló otro lote de hornillas de inducción con piezas provenientes de China. La agencia estatal de noticias de ese país, Xinhua, aseguró que durante el año anterior se pusieron a la venta unas 5,000, de un plan de 130,000 a armar en cuatro años.
La producción de estos equipos pretende estimular el ahorro de energía eléctrica. Según directivos de la fábrica, las cocinas de inducción ahorran un 30 por ciento de energía en comparación con las utilizadas tradicionalmente por los cubanos.
En 2019, varias provincias del país, entre ellas Santiago de Cuba, comenzaron a sustituir las antiguas cocinas eléctricas -distribuidas como parte de la llamada Revolución Energética iniciada hace más de 15 años- por las de inducción, en otro intento del gobierno por resolver la recurrente crisis de combustibles y generación eléctrica.
Además de las hornillas de inducción, la Industria Electrónica de La Habana produce las cajas decodificadoras de señal digital que se comercializan en el país. En 2021, el diario oficialista Granma informó que se ensamblaron alrededor de 90,000 equipos y que la cifra debía ascender hasta los 300,000 durante todo el año.
Las autoridades cubanas potencian también la fabricación de ollas arroceras y multipropósito en la Industria Nacional Productora de Utensilios Domésticos (INPUD). No obstante, la venta de estos electrodomésticos se realizará únicamente en las tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) a las cuales solo tiene acceso una parte minoritaria de la población.
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