La venta de los nuevos uniformes escolares para el curso 2021-2022 comenzó este fin de semana en La Habana, cuando restan pocas horas para el inicio del período lectivo.
Los nuevos diseños de uniformes para los grados iniciales preescolar y 5to de primaria, 7mo de secundaria básica y 1er año de la enseñanza técnico-profesional, preuniversitario y pedagógico se podrán adquirir en los Mercados Artesanales Industriales de la capital cubana, aunque a precios que todavía suscitan inconformidades en las familias cubanas.
El nuevo curso escolar arrancará este 7 de marzo en todas las enseñanzas, excepto en Primaria, que comenzará el lunes 14, debido a la diferencia en la vacunación durante 2021, según informó Ena Elsa Velázquez Cobiella, ministra de Educación de Cuba, en el espacio televisivo Mesa Redonda del pasado viernes.
En el propio programa, Mirla Caridad Díaz Fonseca, presidenta del Grupo Empresarial de la Industria Ligera (Gempil), entidad estatal encargada de la confección y distribución de las prendas escolares, explicó que solo se han entregado 2,7 millones de uniformes de los casi cuatro millones que deben recibir los estudiantes en todo el país.
Por el momento, las ventas no cubrirán la demanda y se destinará solo a los grados iniciales debido a problemas con las materias primas que llevaron al retraso en el cumplimiento del plan de confecciones; lo que dificulta enormemente la adquisición de las prendas para niños que han crecido o han cambiado de tallas.
Solo en la enseñanza primaria los niños recibirán cuatro prendas en los dos primeros grados, mientras que el resto de las enseñanzas se verán más afectadas con la entrega de solo dos prendas superiores y una inferior, según declaró la directiva del Gempil.
Según el gobierno cubano, se destinaron cinco millones de dólares para la compra de los insumos necesarios, pero se han presentado problemas con el arribo del tejido azul, fundamentalmente, y con accesorios como los botones, debido a que muchos contenedores están varados, y de estos, 14 perjudican de manera directa la producción de los uniformes escolares.
Los cambios principales en los diseños de los nuevos uniformes estarán en las prendas de secundaria básica, que abandonan el color amarillo en las sayas y pantalones, el cual se sustituye por el azul; mientras que en la primaria se mantiene el rojo vino, pero se eliminan los tirantes en el diseño femenino, entre otros detalles.
Todos los uniformes tendrán los colores de la bandera cubana y según las autoridades, podrán reutilizarse de un nivel de enseñanza a otro, aunque esto podría ir en detrimento de las preferencias del estudiantado.
Respecto a los materiales escolares, la ministra de Educación dijo también en el espacio televisivo del viernes último que se entregarán lápices y libretas “en un primer momento, con normas ajustadas, pero que se irán completando en la misma medida en que llegue la materia prima para producirlos”. Se seguirán utilizando los libros de texto que están en los almacenes y donde sea necesario habrá que repararlos y compartirlos, añadió.
El discurso oficialista reitera que las dificultades en la base material de vida y de estudio de los alumnos en el país se deben a las limitaciones económicas existentes como consecuencia de la pandemia, la crisis financiera internacional y el embargo económico del gobierno de Estados Unidos.
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