Más de 400,000 personas sufren afectaciones en el abasto de agua en Cuba, ocasionadas por una fuerte sequía hidrológica que limita el funcionamiento de casi 300 estaciones de bombeo en el país.
Las provincias que peores cifras reportan son Guantánamo, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas, Camagüey y La Habana, mientras que el municipio Trinidad, en Sancti Spíritus, también registra un déficit considerable, marcado también por la escasez de precipitaciones en la zona y la precaria infraestructura de la localidad, según un reporte del Noticiero de la Televisión Cubana.
El presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Antonio Rodríguez argumentó que la falta de lluvias también persistirá durante los meses de marzo, abril y mayo, en los cuales se esperan registros por debajo de la media, lo cual afecta el llenado de presas y embalses.
En Holguín la situación empeorará a partir de este momento, pues sus reservas de agua superficiales y subterráneas han disminuido considerablemente, sobre todo en el municipio cabecera y en las localidades de Calixto García, Gibara y Rafael Freyre. Hasta la fecha, más de 67,000 holguineros sufren afectaciones en el servicio, cifra que pudiera aumentar en las próximas semanas.
Al menos 50 comunidades de la provincia están recibiendo el agua mediante pipas, como medida para paliar la sequía que afecta también a la agricultura. El polo productivo La Yuraguana, cuyas cosechas se destinan a la ciudad cabecera, es uno de los más dañados pues se abastece de la presa San Andrés.
La viceprimera ministra Inés María Chapman dijo que esperan mitigar el daño a partir de las interconexiones entre sistemas de bombeo, construidas en ese territorio durante períodos de sequía anteriores. Agregó que esa solución puede emplearse también en otras provincias como Santiago de Cuba, Villa Clara y La Habana, donde se han realizado inversiones para resolver los frecuentes problemas con el servicio de abasto de agua.
Los embalses y presas de la isla se encuentran apenas al 52% de su capacidad de llenado, lo que hace pronosticar un deterioro aún mayor en el acceso de la población al vital recurso. En Cuba se acumulan 815 millones de metros cúbicos de agua por debajo del promedio habitual para estas fechas.
Durante febrero se han reportado afectaciones considerables en Sancti Spíritus, donde más de 105,000 personas no cuentan con el suministro necesario, como consecuencia de la falta de precipitaciones y de las frecuentes roturas que presentan los equipos de bombeo.
También en Guantánamo, al menos 139,800 habitantes han visto menguado su ciclo de abasto de agua, que en algunas zonas del municipio Manuel Tames, el más afectado del territorio, se ha extendido incluso hasta 23 días. En esa localidad, 8,176 personas están afectadas por la escasez del líquido. Varias de sus comunidades, como El Sigual, La Rosa de San Carlos y Pozo Azul, se abastecen actualmente con carros cisternas.
En 2021, Cuba reportó uno de los períodos secos más intensos de los últimos 120 años, tras caer solo el 85% de la media histórica de precipitaciones. Las provincias donde menos llovió fueron Camagüey (77 %), Ciego de Ávila (77 %) y Villa Clara (78 %), mientras que los territorios con mejores estadísticas son el municipio especial Isla de la Juventud (102 %), Matanzas (100 %), y Granma (93 %).
Hasta el 14 de diciembre pasado, los embalses a nivel nacional acumulaban unos 5,571 hm3, lo cual representó solo el 61 % de la capacidad de almacenamiento del país. Los embalses que peores indicadores presentaron fueron Zaza y Cauto del Paso, dos de los más grandes de la isla.
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