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El gobierno cubano prosiguió su campaña propagandística post 11J, con una visita del presidente de la Asamblea Nacional, Esteban Lazo, a Santiago de Cuba y Guantánamo, donde constató que ahora se solucionan más problemas que antes, y se interesó por medidas antinflacionarias.
Lazo, que asistió a una Asamblea de rendición de cuentas de un Delegado del Poder Popular, elogió el entusiasmo popular en apoyo a obras sociales o de beneficio para un vecino, y aseguró que, cuando la gente participa en ese trabajo, cuida mejor lo que se hace.
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Antes de llegar a Santiago de Cuba, donde también visitó centros científicos, Lazo recorrió la provincia de Guantánamo, comprobando resultados en varios renglones productivos, que el periódico Granma no identificó y acciones locales para disminuir la subida de precios generalizada en alimentos, medicinas, bienes y servicios, que afecta a los cubanos, tras la implantación de la Tarea ordenamiento.
En Caimanera, afectada por una prolongada sequía, Lazo se interesó por la producción de alimentos y de café, visitando cooperativas y empresas, pero sin que trascendieran datos sobre producciones e inflación.
La visita de Lazo a Guantánamo y Santiago de Cuba sigue la pauta marcada por el presidente Miguel Díaz-Canel que, tras la rebelión del 11J, visita barrios y pueblos empobrecidos, donde se acometen obras de urgencia de mejora de las infraestructuras e intenta calmar los ánimos con la legalización de núcleos familiares en la Oficoda y reparto de muebles y otros enseres; mientras intenta rescatar la devaluada figura de Delegado del Poder Popular.
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