Una cubana de Matanzas fue condenada a seis años de prisión por falsificar recetas médicas para acaparar medicamentos que luego vendía en el mercado negro.
Según informó el periódico Girón, la mujer, que no fue identificada, logró acumular pastillas de un analgésico llamado Tramadol, tras comprarlo en varias farmacias de Jagüey Grande —municipio donde reside—, así como de Jovellanos y Limonar, para luego comercializarlos a un precio más caro en La Habana.
"Con tal fin se agenció, sin precisar cómo, algunos modelos en blanco de recetas médicas que contenían impresos los cuños gomígrafos de diferentes galenos del sureño territorio. En cada uno de ellos plasmó nombres y números de identidad de personas inexistentes, además de la prescripción del fármaco por cantidades oscilantes entre 60 y 120 tabletas", describe el semanario en un post en su muro de Facebook.
Varias personas, algunas conociendo su intención y otras no, la ayudaron en su propósito. De acuerdo con el relato, dos médicos recibieron en su casa a supuestos pacientes que alegaban tener un fuerte dolor, y los doctores les indicaron el Tramadol.
Este fármaco, precisa Girón, no tiene restricciones para su prescripción, a pesar de estar incluido en el listado de medicamentos que producen efectos similares a las drogas, sustancias estupefacientes y psicotrópicos.
Tras la investigación, el Tribunal Municipal Popular de Jagüey Grande sancionó a la principal acusada a seis años de privación de libertad, por ser autora del delito de falsificación de documentos privados de carácter continuado, como medio para cometer tráfico ilícito de drogas, estupefacientes, sustancias psicotrópicas y otras de efectos similares.
A los médicos implicados se les consideró autores del delito de tráfico de drogas, por haber prescrito recetas de medicamentos controlados como similares a las drogas, sin los requisitos establecidos, y se les aplicó una multa de doscientas cuotas de diez pesos cada una.
A otra ciudadana que ayudaba a la falsificadora a llenar las recetas "sin conocer cuál era el objetivo real", según la información del periódico Girón, se le impuso una pena de un año de privación de libertad, subsidiado por limitación de libertad.
Este mes el mandatario cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez llamó a tener mano dura con la venta ilegal de medicamentos, y criticó la "pasividad" de su gobierno ante este fenómeno, fundamentalmente a través de las redes sociales.
"Se acabó ya la contemplación en los territorios con la venta ilegal de medicamentos, eso no se puede permitir y más ná", expresó en reunión del Grupo Temporal de Trabajo creado para el enfrentamiento al COVID-19.
El sucesor de Raúl Castro ordenó a las autoridades provinciales coordinar con el Ministerio del Interior el decomiso de las medicinas que se desvían al mercado negro, y "que vayan hacia los hospitales y los lugares donde se está enfrentando la COVID-19".
"Eso nos está caldeando la situación con la población, y es una cosa que en estos momentos no se puede permitir", sentenció.
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