Los medios oficialistas bajo control del régimen cubano trabajan para justificar la promulgación del Decreto-Ley 35 argumentando que este “no impide la libertad de expresión en Internet”, a pesar de que, según sus gobernantes, Cuba se encuentra inmersa en una “guerra no convencional”.
Una nota publicada este martes por la agencia Prensa Latina sostuvo que el Decreto-Ley 35 fue promulgado para regular las telecomunicaciones en Cuba, y prohibir la difusión de noticias falsas, así como la incitación a la violencia; y no para impedir la libertad de expresión en Internet.
“Este Decreto-Ley nace a partir del cronograma legislativo previsto para Cuba tras la aprobación de la Constitución de la República en 2019 y no es resultado de la arbitrariedad de personas o ministerios, como tampoco tiene que ver con los recientes disturbios del pasado 11 de julio”, subrayó el profesor de derecho constitucional, Yuliesky Amador.
En opinión del experto, enfrentar la desinformación no es exclusivo de Cuba, sino que “cada país soberano puede regular estos temas”. Como ejemplo, Amador citó a Francia, que “desde 2018 posee una ley contra la manipulación de la información”, o Brasil, que “en 2020 aprobó una sobre la libertad, la responsabilidad y la transparencia en internet”. Además, mencionó instituciones de Estados Unidos y Argentina dedicadas a monitorear el ciberespacio.
El Decreto, según Amador, no prohíbe las publicaciones o interacciones en las redes sociales, sino que “pone límites a los contenidos que por su carácter ofensivo atenten contra el Estado cubano y los ciudadanos”. Asimismo, consideró que el objetivo del mismo ha sido tergiversado por las mismas personas que usan las redes sociales para campañas de subversión contra el gobierno de la isla.
Esta legislación no entra en contradicción con el acápite 54 de la Constitución, que aborda la libertad de pensamiento, expresión y conciencia, explicó el experto. “Tampoco con el Decreto-Ley 370 sobre la informatización de la sociedad”, añadió.
En ella, se desarrollan “cuestiones que ya están contenidas a partir del artículo 45 de la Carta Magna, el cual explicita que el ejercicio de las personas solo está limitado por la seguridad colectiva, el derecho de los demás, por el respeto al orden público y a las leyes”, especificó Amador.
“Los promotores de campañas subversivas están molestos porque este decreto evita la transmisión de noticias falsas, la incitación a la violencia, prohíbe acciones que atenten contra la moralidad pública, incluso evita el acoso y en sentido general, todo lo que afecte la integridad y el honor de una persona”, concluyó el también miembro de la Sociedad Cubana de Derecho e Informática.
Según Prensa Latina, las autoridades cubanas han denunciado en disímiles ocasiones que el gobierno de Estados Unidos utiliza las plataformas digitales como instrumento para una guerra no convencional contra la nación caribeña. Facebook, YouTube y Twitter violaron sus propias normas al permitir mensajes agresivos y convocatorias a delinquir, dijo el experto refiriéndose a las protestas del 11J.
El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel y el coro de voceros que lo secunda en medios oficiales se han referido una y otra vez a dichas protestas como parte de una supuesta estrategia de "guerra no convencional" por parte del gobierno estadounidense.
En franca contradicción con las mediciones del tráfico generado en internet tras el 11J y con las señales que viene emitiendo la sociedad civil independiente desde hace tiempo, la versión que repite toda la propaganda oficialista califica las protestas como una gigantesca y maquiavélica campaña de desinformación.
“Han aparecido sitios, portales y revistas aparentemente inofensivas y de perfil bajo” dedicadas a difundir “estereotipos probados de guerra cultural”, afirmó Díaz-Canel en agosto de 2017. Desde entonces, los medios oficialistas se han esforzado por afianzar esta “matriz de opinión”, tal y como denomina el régimen totalitario cubano a las interacciones de los internautas que pongan en entredicho su “verdad” y narrativa de los hechos.
“Que se arme el escándalo que se quiera armar. Que digan que censuramos; aquí todo el mundo censura”, dijo el gobernante cubano en una reunión celebrada en febrero de 2017 en la llamada "Escuela de Cuadros" del Partido Comunista de Cuba.
“La paciencia de este pueblo tiene límites”, avisó Díaz-Canel en abril, mientras pronunciaba sus primeras palabras como primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC). “No vamos a permitir que los artivistas —como dicen ellos mismos, entre comillas— del caos, de la vulgaridad, del desacato, mancillen la bandera e insulten a las autoridades”, sentenció.
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