El embajador británico en Cuba, el Dr. Antony Stokes LVO, recibió reproches de ciudadanos cubanos tras agradecer al viceprimer ministro y ministro de Economía y Planificación de la República de Cuba, Alejandro Gil Fernández, por la reunión que ambos sostuvieron.
“Agradezco a @AlejandroGilF, Vice Primer Ministro y Ministro @MEP_Cuba por recibirme para intercambiar incluso sobre nuevas regulaciones para MIPYMEs y el sector no estatal, el embargo y retos económicos acá, y el estado de las relaciones comerciales entre el Reino Unido y Cuba”, expresó el embajador vía Twitter.
Su agradecimiento se produce luego de haber sido convocado Stokes por el ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba (MINREX) por un tuit anterior suyo donde criticaba el Decreto-Ley 35 y la represión desatada tras las protestas del 11J.
“El hostigamiento, las detenciones contra manifestantes pacíficos, los juicios sin el debido proceso y la censura encarnada hoy por el #DecretoLey35 silencian voces legítimas y violan convenciones internacionales”, tuiteó Stokes el 17 de agosto.
El tuit del embajador británico fue compartido alrededor de un millar de veces y generó numerosos comentarios, en su mayoría mensajes de apoyo de cubanos detractores del Decreto-Ley 35 promulgado este martes.
Su mensaje, sin embargo, fue considerado como una “injerencia” por la cancillería cubana que, a través de su director general de asuntos bilaterales, Emilio Lozada, pidió “respetar la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas que, en su art. 41, establece la obligación de no inmiscuirse en los asuntos internos del Estado receptor”.
El funcionario cubano aseguró que, en su reunión con el embajador británico, comparó el Decreto-Ley 35 con la normativa de ciberseguridad de Reino Unido. Según relató Lozada en un hilo de Twitter, le recordó a Stokes que la ley británica "establece sanciones destinadas a promover la prevención de la actividad cibernética que debilite la integridad del país, cause pérdidas económicas o afecte a un número significativo de personas".
El tuit de agradecimiento de Stokes por la reunión sostenida con Gil Fernández, aunque dentro del contenido y el tono habituales de las conversaciones del personal diplomático, fue tomado por muchos internautas, sin embargo, como “rectificación” ante la llamada de atención del régimen cubano por sus mensajes incómodos sobre derechos humanos.
“Señor embajador, ¿en algún momento le dejó saber a @AlejandroGilF sus preocupaciones sobre el Decreto Ley 35, los cientos de presos políticos y las violaciones a los derechos humanos?”, le preguntó el usuario cubano Jorge Castro en Twitter.
“¿No intercambiaron sobre la violación de derechos humanos en cuba? Y la Censura a la libertad de expresión?”, le dijo a su vez el usuario identificado como “el Harry” en la red citada social.
“Dr., el otro día un señor de la cancillería le acuso de injerencista y estoy seguro de que usted no lo es. Es un libre pensador y defensor de los derechos humanos. Por favor, aclaremos al pueblo de Cuba lo que pasó en esa conversación si es posible. No creemos en los medios oficiales”, comentó Ariel Fernández.
“Sin embargo, note la actitud camaleónica del estado cuando usted le habla de temas como el embargo económico, en el cual no le acusan de injerencista y si les interesa que se toquen esos temas”, añadió.
“Esas medidas son solo para un grupo privilegiado controlado por el régimen cubano. En mi caso, no puedo ejercer el periodismo, no puedo legalizar mi propia Editorial, ni siquiera puedo ayudar a financiar al equipo de fútbol de mi barrio. Las Pymes de Cuba son una estela de humo”, denunció por su parte Ariel Maceo Téllez respondiendo al tuit del embajador británico.
En febrero, el embajador Stokes respondió al exdiplomático cubano Carlos Alzugaray con el siguiente mensaje: “Como usted, nos oponemos al embargo estadounidense contra Cuba. Vamos fortaleciendo nuestras relaciones sin imponer condiciones. Pero creo que pedir medidas para respetar los derechos internacionalmente reconocidos no es injerencia, sino nuestro deber, incluso si nos perjudica”.
“Cada país debe tener el derecho a su independencia, sin amenazas contra la soberanía. Cada persona debe poder expresar sus opiniones, incluso contra su propio gobierno, sin temor a represalias. Estos principios son universales. No se oponen, se refuerzan”, publicó el embajador en mayo.
Stokes es Embajador del Reino Unido en Cuba desde octubre de 2016. Con anterioridad fue Embajador en Misión para temas ambientales, y desde el 2010 hasta el 2014 Embajador ante la República Socialista de Vietnam. Su primer puesto diplomático fue en Tailandia donde también fue acreditado ante la República Democrática de Lao.
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