El hospital Agostinho Neto, de Guantánamo, no da abasto para gestionar el incremento del número de fallecidos por la pandemia del coronavirus. Sin embargo, las cifras oficiales del Ministerio de Salud Pública hablan en los últimos cinco días de una media de 10 muertos.
El centro hospitalario de referencia en la provincia guantanamera no sólo tiene la morgue colapsada. El colapso empieza a notarse en cualquier parte del hospital, donde los cadáveres se acumulan a la espera de que un carro de Etecsa los traslade a dar sepultura en el municipio Manuel Tames. Allí algunas fuentes aseguran que se están realizando enterramientos masivos en fosas comunes.
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Incluso han habilitado la Casa de la Cultura de Guantánamo, ubicada en la calle Pedro A. Pérez, entre Aguilera y Crombet para velar fallecidos que, según del periodista oficialista Eloarglis Carnet Lescaille, del Telecentro Solvisión, no murieron de Covid.
Fotografías enviadas a la activista Iliana Herrnández retratan la realidad de los pasillos del hospital Agostinho Neto llenos de fallecidos. Muchos mueren vestidos con ropa y zapatos.
Según explica una fuente consultada en este hospital se trata de personas que supuestamente no han fallecido de coronavirus.
En cambio, los cadáveres que aparecen envueltos en bolsas de nylon negro sí son reconocidos como muertos con Covid.
Para evitar que se sigan filtrando imágenes de la congestión que vive el hospital de Guantánamo, la Seguridad del Estado ha colocado cámaras en varios puntos del centro, incluidos los pasillos que van a la morgue. De esta forma pretende dar caza a quienes cumplen con el deber ciudadano de denunciar el horror que se vive en ese hospital.
De hecho, trabajadores del Agostinho Neto han compartido su tristeza con CiberCuba porque aseguran que si hubiera ventiladores pulmonares morirían muchísimas menos personas.
"Si tuviéramos más equipos para el tratamiento CPAP se salvarían más vidas", dicen a este portal.
"Muchos pacientes fallecen porque la terapia está colapsada. Los pacientes se van desaturando hasta que mueren", añaden.
La escasez está arramblando con vidas que podrían salvarse en Guantánamo, sin embargo, el Gobierno cubano oficialmente no ha pedido ayuda a organismos internacionales.
"En las salas donde están los pacientes ingresados que supuestamente no tienen riesgo de complicaciones, a nadie le ponen el oxímetro de pulso porque no hay. El que se ponga grave o crítico, fallece", insisten en declaraciones a CiberCuba.
"Para llegar al Cuerpo de Guardia de Respiratorio, los pacientes que llegan con falta de aire tienen que caminar o tienen que ser cargados por sus familias porque no hay sillas de rueda, ni camillas y nadie te ayuda", recalcan las mismas fuentes.
"Los pacientes llegan con baja saturación y les ponen tenedor nasal, que eso es insuficiente. Por eso llegan deteriorados a terapia intermedia e intensiva. No hay máscaras y el intensivista que debe estar ahí de guardia, nunca está. Si los pacientes caen en paro, mueren. A nadie le importa", continúan en declaraciones a CiberCuba.
"Pusieron cámaras en los pasillos de entrada a la morgue. Ellos ven todo eso y está registrado. Son cómplices de los asesinatos en masa", insisten.
Hace unos días, CiberCuba publicó imágenes de la morgue del Agostinho Neto colapsada. Desde entonces la situación ha empeorado en el hospital, pero eso no es lo que dicen las estadísticas oficiales que publica el Ministerio de Salud Pública (Minsap). Los datos oficiales hablan de 13 fallecidos el 6 de agosto; nueve, el 7 de agosto; ocho, el 8 de agosto y otros 12 este 9 de agosto.
Fuentes del hospital desmienten la veracidad de estos números que aseguran que salen de una reunión en la morgue, que se celebra cada día a las 6:00 am, entre la Seguridad del Estado, representantes del Partido Comunista y un doctor llamado Rafael, de Higiene. Ellos deciden cuántos muertos incluirán oficialmente en las estadísticas del Minsap.
Esas estadísticas no se corresponden con la movilización de carros de Etecsa para trasladar los cadáveres al municipio Manuel Tames, donde no permiten que los familiares acudan a despedirse de sus muertos.
Tampoco con la presencia policial y de la Seguridad del Estado que mantienen blindado el Agostinho Neto, de Guantánamo.
"En el hospital todo es llanto y dolor. Ellos ocultando la cifra real de fallecidos, pero son incontables los muertos", concluyen.
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