El Observatorio Cubano de Conflictos contabilizó a más de 187,000 ciudadanos que participaron en protestas públicas contra el gobierno durante julio.
Un informe reveló que hubo un incremento del 11,687% durante el último mes, cifra muy superior en comparación con junio, cuando se contabilizaron 1,600 cubanos en manifestaciones de protestas, la mayoría individuales.
"Lo más significativo este mes no es el incremento en la cantidad de protestas, sino la masividad de la participación", dice el informe.
Durante el séptimo mes del año 435 protestas se relacionaron con derechos políticos y civiles y 149 exigieron derechos económicos, sociales y culturales; mientras que las consignas más repetidas fueron de naturaleza política y antisistema.
El informe del OCC calificó las protestas del 11J como "la más grande de la historia de Cuba" y las comparó con aquellas que tuvieron lugar en el pasado contra Machado o Batista.
"Esta insumisión nacional por espacio de 48 horas –en algunos lugares por más tiempo– fueron precedidas y seguidas, durante todo el resto del mes, por protestas también públicas, aunque fuesen de menor dimensión, grupales o individuales", dice el documento.
Los datos recopilados revelaron que a pesar de la represión gubernamental contra las protestas y la persecución policial a quienes participaron en ella y el corte de internet en todo el país, continuaron las denuncias por la violación de derechos humanos en la isla.
Así mismo, se reconoció la ruptura de artistas con instituciones oficialistas como modo de protesta ante el descontento popular que generó el abuso de poder del Estado contra los civiles.
"La casta militar ha comprobado que la ciudadanía ha perdido el miedo al aparato represivo, por lo que ahora acuden al terror. Esta es una guerra contra todo el pueblo", destacó el texto del documento.
La ONG resaltó que las reformas económicas no son la solución del conflicto cubano, porque el régimen castrista establece un control sobre las libertades de expresión, pensamiento y organización.
"La Cuba posterior al 11 de julio es radicalmente diferente. Los ciudadanos han conocido que muchos de sus vecinos piensan igual que ellos y que el pueblo tiene poder real si se decide a usarlo. Los opresores despertaron: el desprecio que sentían por la población se ha tornado en miedo", finalizó el informe.
El Observatorio Cubano de Conflictos es un proyecto autónomo de la sociedad civil apoyado de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba. Su misión es exponer, educar y empoderar a ciudadanos dispuestos a tomar iniciativas para impulsar la solución de los problemas que aquejan a la sociedad cubana.
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