Vídeos relacionados:
Dos miembros de la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior dijeron que durante las protestas del 11J en Cuba fueron agredidos con palos, piedras y cócteles molotov.
Luis Ángel Rosales y Yan Carlos Boza Castillo declararon al periódico oficialista Juventud Rebelde que durante las manifestaciones en La Habana y San Antonio de los Baños resultaron ser víctimas de una "reacción desproporcionada" por parte de las personas que salieron a las calles a mostrar su descontento con el gobierno de Miguel Díaz-Canel.
Lo más leído hoy:
Rosales, que dice llevar once años en ese cuerpo militar, asegura que tuvo que soportar "insultos, amenazas de linchamientos y abiertas provocaciones".
"Pertenezco a la unidad canina y uno de nuestros perros también recibió impactos, por lo que estuvo de baja de servicio jornadas atrás, pero ya se recuperó", dijo a la prensa oficialista.
El militar cubano aseguró que no están instruidos para "golpear ni ocasionar la muerte".
El enfrentamiento con los civiles ocurrió en los alrededores de la Plaza de la Revolución y el militar cubano calificó a los detenidos como "instigadores de intentos de vandalismo y de ataques delincuenciales" que atentaron contra oficiales y en su mayoría con antecedentes penales.
"Al resto de los que estaban allí ni se les apresó por manifestarse de forma cívica ni por filmar en el sitio", dijo.
Por su parte el agente de la Brigada Especial Nacional del MININT Yan Carlos Boza estuvo en dos de las manifestaciones, en San Antonio de los Baños y en las inmediaciones de la Plaza de la Revolución.
"Cuando llegamos a San Antonio había mucha algarabía, personas inquietas, nerviosas, confundidas por lo que estaba pasando", declaró el oficial cubano que resaltó la presencia de Díaz-Canel como "una demostración de que la Revolución está siempre al lado del pueblo".
Boza negó que se reprimiera a la población civil y calificó la respuesta de los militares como una reafirmación del "patriotismo, los valores morales y éticos que nos han inculcado".
Los oficiales cubanos criticaron al presidente norteamericano Joe Biden por sancionar a las Brigadas Especiales Nacionales del Ministerio del Interior y al ministro de las Fuerzas Armadas, general Álvaro López Miera.
"Biden se equivoca rotundamente. La principal misión de nosotros es la defensa del pueblo, que los ciudadanos puedan caminar y perciban tranquilidad y seguridad en las calles. No podemos permitir la imposición del terror que anhelan la mafia miamense y los congresistas anticubanos para nuestra tierra", declaró el teniente Rosales.
Este intento por lavar la imagen de los represores cubanos tras la olas de videos y fotos que se publican como muestra del desigual enfrentamiento entre militares y civiles tras las protestas del 11J por un cambio en la isla, ocurre a la par que otros medios de prensa oficialistas intentan mostrar que la justicia en Cuba es imparcial, que las detenciones no son arbitrarias y que todo se trata de una campaña de manipulación mediática financiada por Estados Unidos.
Para impedir que se divulgara la realidad de las protestas el Gobierno cortó el internet por varios días, solo algunas personas a través de VPN lograron conectarse a la red de redes, lo que coincidió con el momento más cruel de la represión, por tanto era difícil saber en tiempo real lo qué pasaba en la isla.
Hasta el momento no hay cifras oficiales de la cantidad de detenidos que hay en Cuba tras las protestas del 11J, pero según organizaciones no gubernamentales independientes pudieran ascender a más de 700 personas.
Opositores, activistas y periodistas independientes se encuentran sitiados en sus viviendas por militares y paramilitares, como resultado del mecanismo de represión desplegado por el gobierno de la isla contra los ciudadanos, incluidos aquellos que están tras las rejas e incomunicados.
Tras una reunión con miembros de la comunidad cubana en Estados Unidos con el presidente Biden, este prometió que su país está comprometido con la democracia y la población de la isla que vive bajo una dictadura desde hace más de seis décadas.
"Estados Unidos está tomando medidas para impulsar la causa del pueblo cubano. Usamos la fuerza de nuestra diplomacia para unir a las naciones y aumentar la presión sobre el régimen, y estamos haciendo que el régimen rinda cuentas", señaló.
Archivado en: