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Una joven cubana residente en Cárdenas, madre de una niña de apenas un año, fue detenida este miércoles por la policía tras participar en las multitudinarias protestas contra el gobierno ocurridas en varias ciudades de la Isla.
Rocío Brito Torres, de 22 años, fue una de las tantas jóvenes que el pasado 11 de julio se unió al pueblo y salió a la calle a manifestar su descontento con el régimen, según relató su suegra, Elizabeth Álvarez González.
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"Hoy fue detenida, arrebatada de los brazos de su bebé de apenas un año en horas del mediodía y conducida a un calabozo en Cárdenas, sin tener en cuenta que es una madre al cuidado único de esa niña que llora y clama por ella sin cesar. Es una joven, honesta y de un comportamiento correcto. Estoy denunciando la arbitrariedad e injusticia cometida y pidiendo se difunda la noticia para solicitar su inmediata excarcelación", dijo en su muro de Facebook.
El pastor bautista Mario Félix Lleonart Barroso, reconocido por su labor en defensa de los derechos humanos en Cuba, también denunció el arresto de la muchacha en la ciudad matancera.
"#SOSCuba. Desaparecida: Rocío Brito Torres (22 años, de Cárdenas), separándola de su niña de un año (aún lactante), Caroline Pereira Brito. Los militares y porristas fueron a buscar a Rocío a su casa y se la llevaron, por órdenes del asesino Miguel Díaz-Canel Bermúdez", detalló el líder religioso.
Brito Torres es una de las casi 600 víctimas de la brutal represión que el gobierno castrista, por mandato expreso y público del gobernante Miguel Díaz-Canel, lleva a cabo en todo el país como represalia a las miles de personas que se lanzaron a las calles a defender sus derechos.
En este momento el listado de detenidos y desaparecidos desde el 11 de julio contabiliza 586 nombres. La mayoría tienen entre 25 y 35 años de edad y podrían ser procesados por el delito de desorden público.
Otra mujer de Santiago de Cuba, madre de tres niños de 13, tres y un año, lleva cinco días presa pese a ser el único sustento de los menores.
Según denunció una amiga, los pequeños han quedado totalmente desamparados y la mayor ha tenido que hacerse cargo de sus hermanitos y de su abuela, enferma de los nervios.
El domingo un grupo de madres cubanas se congregaron afuera de la prisión de 100 y Aldabó, en La Habana, para intentar saber la situación de sus hijos detenidos por participar en las protestas del 11J.
"En la calle muchas madres, solo permiten pasar de dos en dos, estamos al límite. Libertad", escribió en Facebook la usuaria Bertica Baruh.
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