Académicos e intelectuales cubanos reaccionaron indignados a lo que consideraron una respuesta "cobarde, cómplice y abyecta" de la directiva de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) sobre la protección de derechos humanos en Cuba, y varios de ellos anunciaron su renuncia a la organización.
Un grupo de más de 300 personalidades especializadas en el tema cubano habían publicado una carta para exigir a esa institución que se pronunciara sobre las violaciones de derechos humanos en la isla, a raíz de la reciente represión contra el Movimiento San Isidro; pero la respuesta de LASA este domingo fue evasiva y se limitó a mencionar su “preocupación” por el trato que reciben en Cuba “académicos y académicas, intelectuales y artistas”.
Ante el escueto comunicado de la organización el escritor e historiador Rafael Rojas lamentó la "vaguedad con que se pronuncia sobre violaciones concretas a derechos humanos como el arresto de (Luis Manuel) Otero Alcántara, el encarcelamiento arbitrario de Maikel Osorbo y los procesos contra los manifestantes del 30 de abril" en La Habana.
De igual modo reaccionó el académico cubano Walfrido Dorta, quien anunció su renuncia a la membresía de LASA y de la sección Cuba, y calificó a la organización una "vergüenza de institución y de sección. Vergüenza para los académicos que callan y pasan de lado ante la evidente violación de derechos humanos en Cuba".
Otros profesores, investigadores y académicos cubanos respaldaron la iniciativa de abandonar LASA, entre ellos Hugo García González y Reynaldo Lastre.
La profesora de la Universidad de Wisconsin Guillermina de Ferrari, promotora de la iniciativa, también anunció su renuncia, tras recalcar: "Es simple. Los derechos humanos o se respetan o se violan. No hay grises. Por eso renuncio hoy a la membresía de LASA".
El escritor, editor e investigador Francisco Morán también abandonó LASA y subrayó que esa organización "no puede presumir de apoyar los derechos humanos mientras siga aliándose a la política opresiva del Estado cubano".
"En el mismo artículo en que Granma alardeo del apoyo de LASA contra el bloqueo, se refirió desdeñosamente al "puñado" de aquellos que firmamos la petición a LASA, y nos imputó de ayudar a la subversión. Es decir, que LASA, para colmo, apoya a una dictadura que desacredita públicamente a sus propios miembros. Esto es vergonzoso!", afirmó.
"Los que conocen mi trabajo saben que no tengo que justificarme. Si LASA no puede tomar una posición firme ante Cuba, y permite ser rehén del chantaje del bloqueo, no veo como mi lucha contra el racismo, la falta de libertad, y la discriminación en todas partes y en todas sus formas, pueda justificar mi permanencia en LASA sin avergonzarme!", alegó Morán.
El periodista José Raúl Gallego, uno de los firmantes de la solicitud, sostuvo que después de leer esa respuesta prefería renunciar a su membresía en la institución, donde están inscritos cientos de académicos de la isla.
"Después de ver la respuesta cobarde, cómplice y abyecta de la directiva de LASA a la solicitud hecha por un grupo de académicos que pedimos a la institución que condenara la ola represiva que están viviendo nuestros compañeros en Cuba, creo que la posición más coherente (o al menos la que mi conciencia me dicta) es salirme de esa organización", explicó en Facebook.
"Hay espacios que se salvan, otros que no y es mejor buscar o crear nuevos. Mi lucha por los derechos humanos y contra la dictadura que los niega y reprime es frontal, desde mi posición de individuo, desde el periodismo y desde la academia. No quiero buscar 'equilibrios' donde no los hay, ni andar con paños tibios cuando hay gente a la que están friendo con todo el fuego de un Estado totalitario. No es honesto ni tampoco es riguroso, ni en el periodismo ni en la academia, ni en la vida. No quiero mi nombre en la lista de los cobardes y los cómplices. Lo que sobra es trabajo y en eso es en lo que hay que concentrarse", subrayó.
La carta dirigida a LASA señala que "gracias a las redes sociales, somos testigos del acoso persistente y la creciente violencia por parte del Gobierno cubano contra artistas, intelectuales y manifestantes. Vemos con horror casos de arrestos domiciliarios de facto, secuestros e intimidación constante, aislamiento, tortura psicológica, amenaza y violencia física para impedir la libertad de palabra, de pensamiento y de creación".
"Somos académicos e intelectuales de diferentes países que trabajamos sobre arte, literatura e historia de Cuba. Nuestro compromiso con Cuba no es ideológico sino intelectual y moral. Por eso exigimos que LASA, la institución profesional que nos representa, denuncie los abusos contra los derechos humanos en Cuba", agrega el texto.
LASA respondió a esta iniciativa con un mensaje evasivo y "tibio", en el que toma distancia del problema cubano y se limita a comentar que "ha mantenido relaciones académicas duraderas con investigadoras e investigadores cubanos, a pesar del bloqueo impuesto por el gobierno de Estados Unidos a Cuba durante décadas. Dichas relaciones no alteran nuestro compromiso compartido con los valores de la libertad de expresión, la libertad académica y el respeto por los derechos humanos en el contexto de la democracia, la soberanía y el Estado de derecho".
En cambio, sí dijo que "deplora la continuación de las sanciones impuestas por Estados Unidos en su intento de derrocar al gobierno de una nación soberana. Así pues, expresamos nuestra preocupación y nuestra esperanza de que, a través de las actividades de nuestra Asociación, los valores de los derechos humanos y de la no intervención puedan ser mejor comprendidos y honrados no sólo en Cuba y en Estados Unidos, sino en todos los países donde vive y trabaja nuestra membresía".
La Asociación de Estudios Latinoamericanos sesionó este domingo con un congreso virtual sobre Crisis Global, Desigualdades y Centralidad de la Vida, donde participaron varios jóvenes cubanos.
En Cuba activistas, opositores, artistas y periodistas independientes viven una escalada de represión del régimen liderado por Miguel Díaz-Canel, que ha incrementado las detenciones arbitrarias, la violencia y la vigilancia ilegal contra estos.
Actualmente el líder del Movimiento San Isidro, el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, se encuentra recluido contra su voluntad en un hospital de La Habana por una huelga de hambre y de sed.
Asimismo se encuentra en paradero desconocido desde hace 10 días el rapero Maykel Osorbo, quien fue sacado de su casa sin camisa y sin zapatos mientras almorzaba.
Iliana Hernández, reportera de CiberCuba, cumple 52 días sin salir de su casa por una reclusión domiciliaria ordenada arbitrariamente por el gobierno sin que medie una orden judicial ni ningún delito cometido por ella.
Durante años, LASA ha dado voz a académicos y funcionarios del régimen de La Habana, en diferentes sesiones de debates, conferencias e intercambios académicos en los que el tema Cuba ha tenido un lugar prominente. Josefina Vidal o Mariela Castro han estado entre los representantes de Cuba en algunos encuentros de la organización.
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