Los 12 migrantes cubanos adultos que permanecían atrincherados junto a una bebé en un buque de bandera panameña fueron desalojados por la fuerza en la noche del jueves.
Según las autoridades, entraron para darle atención médica a la niña de 10 meses, que había pasado la noche con fiebre.
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Imágenes difundidas en redes sociales muestran el momento en que las fuerzas especiales de Islas Caimán entraron en la sala de comunicaciones en medio de los gritos de los cubanos y en especial de la madre de la niña.
“¡Mira, mira, graben!”, se escucha decir a uno de los migrantes, mientras la mujer gritaba “¡ay lo mató!”, en referencia a Jouz Javier Freites, padre de la criatura, que habría sido golpeado por los agentes.
Posteriormente los cubanos fueron desembarcados del buque y montados en ambulancias bajo un fuerte cerco policial.
El capitán del MV Bulk Freedom no estaba dispuesto a llevar a los migrantes cubanos a ningún otro puerto, tal como ellos pedían, según reseña un medio local.
“La estructura y el equipo de la embarcación no pueden facilitar este número de personas a bordo en términos de salud e higiene”, indicó el capitán de la embarcación, quien añadió que el equipo de seguridad y la dotación del buque no permiten más de 25 personas a bordo, motivo por el cual insistió en que los migrantes debían desembarcar.
El Control de Aduanas y Fronteras, por su parte, indicó que los padres de la niña, Jouz Javier Freites y Erica Alvarez-Freites, rechazaron reiteradas ofertas de las autoridades para llevar a uno de ellos y a la bebé al Hospital de George Town, puerto de Bahamas donde estaba anclado el barco.
También dijeron que las continuas afirmaciones de los migrantes de que estaban siendo maltratados por ellos no eran ciertas.
En varios videos difundidos en redes sociales en las últimas 48 horas, los migrantes se habían quejado de la forma en que los estaban tratando. Según sus declaraciones, los tenían encerrados en una habitación, sin acceso ni a un baño y sin apenas agua o alimentos.
El grupo argumentaba que tenían derecho, por tener bandera panameña el buque, a ser desembarcados en Panamá, variante que les ahorraría camino en su intención final de acercarse a EE.UU.
A pesar de que la mayoría optó por quedarse en el buque, uno de los migrantes abandonó de forma voluntaria el barco a mediados de semana, y fue llevado a las instalaciones de cuarentena en Holiday Inn.
Los migrantes cubanos, que figuraban en Islas Caimán como solicitantes de asilo, tenían libertad de movimiento pero eran monitoreados por chips electrónicos. Sin embargo, se salieron del radar del centro de llamadas del 911 en la noche del pasado domingo, según informó el Departamento de Comunicaciones de Seguridad Pública.
El grupo afirmó que salieron de las Islas Caimán en un barco que compraron directamente al propietario de la embarcación, en Gran Caimán.
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