Las autoridades cubanas comunicaron a la historiadora del arte Carolina Barrero que la fiscalía aún no ha dictaminado sobre la denuncia impuesta en su contra por haber imprimido unas postales con la silueta de José Martí.
Barrero fue citada este miércoles por la mañana en la unidad policial de Infanta y Manglar, en La Habana, donde fue recibida por la teniente coronel Kenia Morales Larrea, de la Seguridad del Estado, a cargo de la represión en el sector cultural.
"Fue muy breve. Me dijo el número de la denuncia, la 6519/2021, y que fiscalía aún no ha dictaminado. La denuncia es del 4 de febrero, hace 48 días", precisó la curadora de arte en su muro de Facebook.
Esa misma instructora penal Kenia Morales le reveló días atrás que el proceso legal iniciado contra ella ya está en curso.
En el actual post, Barrero recordó el artículo 107 de la Ley de Procedimiento Penal cubana, la cual establece que el término de las actuaciones y del informe conclusivo no debe exceder de 60 días a partir de la fecha de la resolución de inicio de la fase preparatoria y sólo puede prorrogarse por causa justificada, con autorización expresa del fiscal.
"Contando a partir del 14 de febrero (plazo máximo de 10 días para la resolución de inicio de la fase preparatoria tras la denuncia del día 4 de febrero) este plazo culmina el 15 de abril", añadió.
Tras su participación en la concentración pacífica del pasado 27 de enero frente a la sede del Ministerio de Cultura, en la que fue maltratada junto a otros 21 manifestantes por la policía, la Seguridad del Estado la amenazó con acusarla penalmente por un delito contra el orden público consistente en la "clandestinidad de impresos", sancionable con privación de libertad de tres meses a un año, o multa de 100 a 300 cuotas o ambas.
Su "crimen" fue reproducir sobre papel de una imagen artística de José Martí cubierto de estrellas, con la que Barrero pretendía rendir homenaje al héroe nacional el 28 de enero, día de su onomástico.
"La Seguridad del Estado me acusa por esta imagen impresa. Es un Martí hecho de estrellas, con el trazo de la ternura y del ensueño. No hay una pizca de ofensa en ese dibujo, es todo respeto e ilusión. Este impreso no es desorden público, es una apología del héroe y del poeta", dijo la historiadora del arte en una ocasión.
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