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El presunto miembro de Clandestinos, Jorge Ernesto Pérez García, se declaró en huelga de hambre en la prisión del Combinado del Este, donde ya ha cumplido el año de privación de libertad al que fue sentenciado por usar su teléfono móvil para grabar y difundir las acciones del grupo.
“Me acabo de enterar que mi hijo se plantó en una huelga de hambre porque él está hace un año y tres meses injustamente en el Combinado”, denunció a Diario de Cuba Mercedes García, la madre de Pérez. “Si él tiene ya su libertad [ha cumplido el tiempo de sentencia] no tiene por qué estar ahí. Se siente que están haciendo una injusticia con él”, protestó.
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Jorge Ernesto Pérez está en prisión desde enero de 2020 y ya ha cumplido su condena a un año de cárcel, pero no ha sido puesto en libertad, motivo por el cual ha iniciado la huelga de hambre exigiendo su excarcelación.
Además, la madre de Pérez sospecha que su hijo, que padece de hipertensión y ha sido intervenido del corazón para colocarle un stent, no está recibiendo la atención adecuada que requiere por su condición física.
"Mi hijo no tiene muy buena salud”, declaró la madre al citado medio. “Tiene un padecimiento, tiene un stent en el corazón. Mi preocupación mayor es su salud, porque padece de la presión alta. Como madre necesito saber cómo va a estar, en qué condiciones, su salud es la que más me preocupa. Si ha hecho esta huelga sus motivos tendrá”, dijo García.
Según la sentencia del Tribunal Provincial Popular de La Habana, “al acusado Jorge Ernesto Pérez García”, se le condenó a un año de privación de libertad “como autor ejecutor de un delito de difamación de las instituciones y organizaciones y de los héroes y mártires de carácter continuado, previsto y sancionado en el Artículo 204, en relación con el 11.1, del Código penal”.
Como sanción accesoria, el Tribunal lo condena a las penas previstas en “el Artículo 37.1 y 2 del mencionado cuerpo legal, referida a la privación de sus derechos públicos por igual período, con la consiguiente responsabilidad civil de reparar el daño material causado, en correspondencia con el valor del bien afectado”.
Pérez García fue identificado junto a Panter Rodríguez Baró y Yoel Prieto Tamayo como miembros del grupo Clandestinos, que llevaron a cabo una polémicas acciones de protesta en las que bañaron de sangre bustos de José Martí y llamaron a actuar contra la "dictadura" desde las redes sociales.
Durante el juicio, el fiscal Bileardo Amaro Guerra solicitó seis años de prisión para Pérez García señalando que los tres acusados "constantemente se pronuncian contrario al proceso revolucionario y sus principales dirigentes", lo que puso de relieve el matiz abiertamente político este proceso. Finalmente, la sentencia quedó en un año de privación de libertad.
Las acciones del grupo, según la fiscalía, fueron grabadas con el móvil de Pérez García, quien las remitió a contactos residentes en los Estados Unidos, quienes, a su vez, las publicaron en redes sociales. Su detención ocurrió el 6 de enero de 2020 y pocos días después los medios oficialistas daban publicidad al caso y a la sentencia dictada por “difamación de las instituciones y organizaciones y de los héroes y mártires de carácter continuado… y daños a bienes del patrimonio cultural”.
En la nota de la sentencia, se consideró probado que los acusados habían comprado seis piedras de cocaína con dinero enviado por una ciudadana residente en Estados Unidos a cambio de "la realización de los eventos delictivos". En el juicio, celebrado el 21 de diciembre de 2020, se señaló que al menos uno de los bustos manchados con sangre de cerdo, el que se encuentra en la sede de la revista Bohemia, es considerado "patrimonio cultural de la nación cubana".
Ernesto Pérez García, quien ya ha cumplido su condena en enero de este año, también está sancionado a reparar las afectaciones causadas en el patrimonio. Según el testimonio de la madre de Pérez, su hijo está a la espera del resultado de una apelación de la Fiscalía a la sentencia dictada por el Tribunal Provincial Popular de La Habana.
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