El científico cubano Amilcar Pérez Riverol afirmó este lunes que el acto de repudio contra la activista Anyell Valdés, quien se encontraba en su casa junto a sus tres hijos, es un "desastre" y una "vergüenza".
"Ni cuatro vacunas, ni 200; ni 100 millones de dosis, ni 1 billón; ni la sonrisa de los miles de niños que serán salvados alcanza ni alcanzará para silenciar los gritos de los tres que hoy lloraban desesperados, aterrados por la invasión de su casa, por el ataque lanzado durante un acto que no es de repudio, sino de (des)vergüenza", señaló en su perfil de Facebook.
"Un acto con aglomeración de personas, todas gritando para expulsar bastante virus", dijo el biólogo, quien ha sido un activo investigador del Covid-19 durante la pandemia del coronavirus.
También lamentó que las medidas de obligatorio cumplimiento para detener la propagación de la pandemia en el país no se apliquen en estos actos multitudinarios convocados por el gobierno cubano contra los activistas.
"Todo en medio del peor brote que ha experimentado Cuba. El mismo país que multa a un ciudadano por llevar mal puesta una máscara, que gasta cuantiosos recursos para controlar esta ola o cierra barrios enteros para cortar los contagios, permita esto", expresó.
"Qué desastre. Qué tristeza. Qué vergüenza", señaló finalmente en su post.
Esta mañana las autoridades cubanas intentaron desalojar de su casa a Anyell Valdés Cruz, una de las activistas que estuvo acuartelada en la sede del Movimiento San Isidro en noviembre pasado.
La intendente del municipio de Arroyo Naranjo y agentes de la Seguridad del Estado fueron al local donde vive hace 5 años con su mamá anciana y sus tres hijos menores de edad, para pedirle que lo abandonara de inmediato.
Después de eso, un grupo de personas se congregó frente a la casa portando una imagen del dictador Fidel Castro y gritando consignas y ofensas contra la familia, un tipo de manifestación alentada por las autoridades del régimen desde hace años.
Entre los presentes estaban las maestras de los hijos de Anyell, que se encontraban aterrorizados dentro de la casa y gritando de miedo.
No satisfechos con este acoso, varios saltaron la cerca que rodea la vivienda y vertieron pintura azul en la fachada, los cristales de las ventanas y el suelo del portal, también pintaron la palabra Muerte, en respuesta a que la joven madre había escrito en sus paredes el tema de la canción Patria y Vida el domingo.
Según un video grabado por el activista Adrián Rubio también intentaron envenenar al perro de la familia, pero no lo lograron.
Desde su participación en el acuartelamiento en la sede del Movimiento San Isidro, Valdés ha denunciado que sufre el acoso de la Seguridad del Estado cubano.
En las últimas semanas, la activista viene denunciando que los represores mantienen bajo estricta vigilancia la casa donde vive, en Los Pinos, en el municipio habanero de Arroyo Naranjo.
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