El locutor cubano Yunior Morales criticó a la cadena TeleSUR por la cobertura a los sucesos ocurridos el miércoles frente al Ministerio de Cultura, donde unos 30 jóvenes fueron violentamente detenidos, tras un enfrentamiento verbal y físico con el ministro Alpidio Alonso y el viceministro Fernando Rojas.
Morales, quien como presentador de la televisión oficialista sabe cómo se oculta y manipula la información a los espectadores en Cuba, acusó a TeleSUR de valerse de efectos de cámara para solapar la agresión de Alonso a un periodista independiente, a quien tiró el teléfono móvil al suelo de un manotazo.
“Los medios informativos deben ser creíbles y parecerse a su pueblo, sin efectos en cámara lenta para tapar una acción agresiva con intentos mediocres de empañar la realidad”, escribió en su muro de Facebook.
El pasado miércoles, la televisora multiestatal de izquierda TeleSUR, al reportar sobre el incidente en el Ministerio de Cultura, mostró unas pocas imágenes para ilustrar los hechos, pero lo peor fue que mintió al decir que los jóvenes artistas que se manifestaron eran "individuos estadounidenses".
Como respuesta, Morales hizo un llamado a la prensa oficialista a salir a la calle y preguntar a la gente por sus inquietudes “sin evadir lo que no quieres escuchar”.
“El abuso de poder es corrupción. Resulta tóxico ver cómo las mentiras quieren ganar y deslucen hasta dejar los valores humanos deteriorarse junto a la sociedad”, añadió.
“Se equivocan los que aprueban dividir y enfrentar a unos contra otros. La violencia nunca será educativa”, concluyó Morales, quien ha sufrido represalias por denunciar la realidad del país y criticar la gestión política del gobierno.
En la información que brindó TeleSUR del episodio del 27 de enero, la corresponsal en La Habana Fabiola López se limitó a decir que “algunos elementos desafectos a la Revolución intentaron hacer allí un show mediático”, y que la respuesta de los funcionarios fue “la negativa al diálogo con mercenarios o provocadores”.
Ese día, un grupo de activistas, artistas y periodistas independientes que se disponían a participar en un homenaje a José Martí, decidieron trasladarse a las inmediaciones del MINCULT para exigir la liberación de algunos de sus compañeros, que en la mañana habían sido detenidos o cercados dentro de sus casas sin poder salir.
Al arribar al organismo, fueron rodeados por policías armados. No obstante, ellos decidieron empezar a leer una y otra vez el poema de Martí ‘Dos Patrias’. Tras una discusión en la que los jóvenes se negaban a marcharse, el ministro Alpidio Alonso agredió a un periodista, tirándole al suelo su teléfono de un manotazo.
De inmediato, un grupo de respuesta rápida del gobierno comenzó a golpear a los manifestantes, quienes fueron subidos violentamente a un ómnibus y llevados a unidades de policía.
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