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Cuatro personas fallecieron a consecuencia de los disturbios que ocurrieron el miércoles en Washington D.C., cuando cientos de seguidores del presidente Donald Trump asaltaron violentamente la sede del Capitolio de Estados Unidos.
El jefe de la policía metropolitana, Robert Contee, dijo que una de las víctimas era una mujer que recibió un disparo de la policía del recinto, y que las otras tres personas murieron en "emergencias médicas", según informó el portal web Político.
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En el enfrentamiento, que duró varias horas antes de que las fuerzas del orden lograran retomar el control, tanto estas como los simpatizantes de Trump utilizaron irritantes químicos.
La policía reveló que una vez despejado el lugar se recuperaron dos bombas de tubo, una fuera situada afuera del Comité Nacional Demócrata y otra frente al Comité Nacional Republicano. Además, dentro de un auto parqueado en los terrenos del Capitolio los agentes encontraron una hielera portátil con un arma larga y un cóctel Molotov.
Según informó el diario británico BBC, al menos 14 agentes de la policía de Washington fueron heridos. Del total, dos se encuentran hospitalizados, uno de ellos con lesiones serias tras ser arrastrado por la multitud. El otro recibió el impacto de un proyectil en el rostro.
Además, se produjeron 52 arrestos, 47 de ellos por violar el toque de queda impuesto en la ciudad.
En cuanto a las víctimas mortales, hasta el momento solo se ha revelado la identidad de una de ellas: la de la mujer que recibió un disparo cuando la turba trataba de echar abajo una puerta con barricadas para acceder al Capitolio.
La manifestante era una veterana de la Fuerza Aérea de San Diego nombrada Ashli Babbitt, de 35 años y residente cerca de San Diego, en California.
La mujer fue trasladada al hospital donde posteriormente murió. El video en el que se le ve en el suelo herida, rodeada de otros manifestantes, dio la vuelta al mundo en pocas horas.
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