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La mujer fallecida por un disparo de la policía este miércoles durante los disturbios en el Capitolio en Estados Unidos, era veterana de la Fuerza Aérea con 14 años de servicios, y ferviente admiradora del presidente Donald Trump.
Su nombre era Ashli Babbit, tenía 35 años y vivía cerca de San Diego, en California, junto a su esposo Aaron, quien confirmó a la cadena local de Kusi News que su mujer era una férrea seguidora de Donald Trump y una “gran patriota”.
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Babbitt, quien usaba en su cuenta de Twitter el identificador "CommonAshSense", escribió menos de 24 horas antes del entrar a la sede del Congreso: “Nada nos detendrá... pueden intentarlo, pero la tormenta está aquí y descenderá sobre Washington DC en menos de 24 horas... de la oscuridad a la luz”.
La mañana del miércoles, había retuiteado una publicación de Donald Trump en la que este había dicho que debía hacerse una lista antes de la reunión del Congreso, como que el vicepresidente Mike Pence debía renunciar a su cargo y ser acusado de traición.
Horas después, la imagen de la mujer herida rodeada por otros manifestantes, uno de los cuales parece que le aprisiona la herida, dio la vuelta al mundo.
“Un agente de Policía disparó su arma de servicio alcanzando a una mujer adulta”, reveló Robert J. Contee, jefe de la Policía Metropolitana de Washington, en una conferencia de prensa a altas horas de la noche.
En ese momento Contee se negó a dar datos de la víctima alegando que la notificación a los familiares aún estaba pendiente. Después se conoció su nombre.
Sin embargo, su suegra Robin Babbitt declaró al New York Post que nadie les había comunicado su muerte. “Nos enteramos por televisión”, afirmó.
Así cuestionó también el hermano de Aaron, Justin. “Es difícil, porque no hemos sido notificados oficialmente”, dijo.
Ashli Babbit fue la primera de las cuatro víctimas mortales que se produjeron como consecuencia de los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad del Capitolio norteamericano, tras un violento asalto de seguidores del presidente Donald Trump, que pretendían impedir la certificación por parte del Congreso del próximo presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden.
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