Partidarios de Donald Trump irrumpieron este miércoles en el emblemático Capitolio de Washington de forma violenta, para impedir que se certificara la victoria de Joe Biden, alentados por las fervientes e infundadas afirmaciones de fraude electoral del candidato republicano.
Los manifestantes rompieron los cristales de puertas y ventanas y entraron al edificio, mientras gritaban "Stop the Steal" (Paren el robo), "Trump 2020", y ondeaban banderas pro-Trump.
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Disturbios, traspaso, amenazas fueron la estampa que durante varias horas lució la capital estadounidense, hasta que la Guardia Nacional y la Policía Metropolitana controlaron a los manifestantes y lograron dispersar el área antes del toque de queda impuesto por la alcaldesa de Washington, Muriel Browser.
Los protagonistas de la revuelta llevaban banderas americanas, carteles con los letreros "Make America Great Again" y "Trump is my president", e incluso la bandera de Estados Confederados de América, un símbolo vinculado con la supremacía blanca.
Algunos se sentaron en las principales oficinas del Capitolio, irrumpieron en las cámaras del Senado y se fotografiaron en señal de victoria. Uno de ellos se coló en el despacho de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y le dejó un amenazante mensaje: "No retrocederemos".
La jornada también tuvo una víctima mortal, una mujer que recibió un disparo dentro del Capitolio y fue declarada muerta en un hospital local poco después.
Asimismo, al menos 14 agentes de la Policía de Washington resultaron heridos, dos de ellos con lesiones graves.
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