El cubanoamericano Enrique Tarrio, líder el grupo radical Proud Boys, fue arrestado este lunes en Washington DC por un presunto delito de vandalismo de connotaciones racistas y posesión de armamento no autorizado.
Tarrio viajó a Washington con la intención de participar en las manifestaciones convocadas para el 5 y 6 de enero en apoyo al presidente Donald Trump y para denunciar el resultado de las pasadas elecciones estadounidenses, según informa el diario The New York Times.
Una vez en la capital, Tarrio fue detenido por la Policía Metropolitana por haber arrancado y quemado una pancarta del movimiento Black Lives Matter que estaba en una histórica iglesia de la comunidad negra, el pasado 12 de diciembre.
En el momento de su detención, la policía le encontró dos cargadores de munición de gran capacidad, cuyo uso no está autorizado. Por ese motivo, además de la acusación de vandalismo, se le impusieron cargos por posesión de armamento no autorizado.
Las manifestaciones previstas para este martes y miércoles en apoyo al presidente Trump y sus esfuerzos por anular el resultado de las elecciones han generado preocupación entre las autoridades de la ciudad. La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, solicitó el apoyo de la Guardia Nacional, que desplegará 340 efectivos en apoyo a las fuerzas del orden en la capital estadounidense.
El empresario cubanoamericano, de 36 años, llegó a la presidencia de Proud Boys tras la renuncia del fundador del grupo, el escritor canadiense Gavin McInnes. Sin embargo, a mediados de noviembre su liderazgo en la organización fue cuestionado por ser de raza negra y por el fiasco de sus resultados.
El intento de destitución corrió a cuenta del supremacista blanco Kyle Chapman, quien explicó sus motivos en unas duras declaraciones. "Ya no nos inclinaremos hacia la izquierda nombrando negros simbólicos como nuestros líderes. No permitiremos más homosexuales u otros indeseables en nuestras filas” manifestó Chapman.
"Yo denuncio el racismo, el fascismo y el comunismo", declaró Tarrio durante la campaña de las pasadas elecciones presidenciales, en un intento de alejar la imagen de organización de supremacistas blancos y xenófobos.
La campaña de las elecciones estadounidenses de 2020 dio una enorme visibilidad a los Proud Boys, sobre todo cuando el presidente Trump se dirigió a ellos para pedirles que se apartaran y se mantuvieran a la espera. "Stand back and stand by", les dijo durante el primer debate con el candidato demócrata Joe Biden. La frase sirvió de slogan para la organización, que inmediatamente la imprimió en sus camisetas.
"Esta persona [Enrique Tarrio] tampoco es el director estatal de nuestra coalición, ni forma parte de nuestro consejo de asesores latinos", recalcó una declaración de la campaña de Trump que pretendía desmarcarse de los Proud Boys cuando se especuló con la idea de que Tarrio era el supuesto director estatal en Florida de ‘Latinos for Trump’.
Ante la posibilidad de que las manifestaciones convocadas en Washington pudieran derivar en enfrentamientos violentos, algunos funcionarios del Pentágono se mostraron preocupados por la presencia de tropas militares para restaurar el orden.
De ser condenado por los delitos que se le imputan, Tarrio engrosaría su historial criminal. En el pasado fue hallado culpable y condenado por un tribunal federal a 30 meses de cárcel por su implicación en reventa de dispositivos médicos robados. Cuando tenía 20 años fue sentenciado a una condena de libertad condicional por el robo de una motocicleta.
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