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Se llama Enrique Tarrio, es cubanoamericano, empresario, presidente de la organización extremista Proud Boys y hasta le han situado como supuesto director estatal en Florida de Latinos for Trump. Sin embargo, este punto lo ha desmentido el equipo de campaña del presidente de Estados Unidos.
En un comunicado, la campaña de Trump aseguró que le ha enviado a Proud Boys varias cartas en las que le animan a cesar con su actividad y a desistir. "Esta persona [Enrique Tarrio] tampoco es el director estatal de nuestra coalición, ni forma parte de nuestro consejo de asesores latinos", recalcó la declaración..
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El martes pasado el nombre y la foto de Tarrio estaban por todas partes en Estados Unidos después de que el presidente Donald Trump, presionado para que denunciara a los supremacistas blancos, pidiera a los Proud Boys, en medio del primer debate de los dos candidatos a la Casa Blanca, que se apartaran y se quedaran al margen de la campaña electoral. "Stand back and stand by", les dijo.
Los Proud Boys reaccionaron tomando estas palabras como un eslogan e imprimiéndolas en camisetas.
Llegados a este punto, Trump volvió sobre el tema. Lo hizo este jueves en el programa "Hannity", de Fox News, donde volvió a marcar distancias con los Proud Boys.
A Tarrio le faltó tiempo entonces para desmarcarse de los supremacistas blancos y recordó que para entrar en Proud Boys no necesariamente hay que ser republicano. Tampoco se mira el origen étnico, aclaró. Bastaría con acudir a las reuniones que celebran en bares al menos una vez al mes.
"Yo denuncio el racismo, el fascismo y el comunismo", enfatizó, apelando automáticamente a su mestizaje y a su origen cubano para jurar que no hay nada de supremacista blanco en él, informa Insider.
Sin embargo, es común leer informaciones sobre los Proud Boys en los que se repiten los calificativos de misóginos, transfóbicos, islamófobos o antisemitas. Se les ve cercanos a los republicanos, pero Tarrio pretende dejar claro que es un club de hombres que se reúnen para beber, no un club de hombres conservadores.
¿Pero quién es Enrique Tarrio?
De él sabemos que le va la política y por eso tuvo este año aspiraciones de entrar en la Cámara de Representantes de Estados Unidos por el Distrito 27 de Florida. Finalmente se retiró en agosto pasado.
Su intento fallido no es un caso aislado: forma parte de la filosofía de su organización. El propio Tarrio reconoció que al menos una treintena de miembros de los Proud Boys se están postulando para cargos políticos locales, estatales y federales en las elecciones del próximo 3 de noviembre en Estados Unidos.
Así lo avanzó en declaraciones a Insider sin desvelar en qué sitios se presentan esos candidatos ultras por temor a que, una vez descubierta su afiliación los votantes los rechacen. También por miedo a las amenazas. Los Proud Boys quieren dejar el activismo callejero y buscan legitimidad en las urnas.
Tarrio, de 36 años, es convicto de dos causas delictivas en Estados Unidos. En 2014 fue hallado culpable y condenado por un tribunal federal a una condena de 30 meses por su implicación en un plan que implicaba la reventa de dispositivos médicos robados. Cuando tenía 20 años fue sentenciado a una condena de libertad condicional por el robo de una motocicleta.
Ha estado liderando protestas agresivas en Miami-Dade contra miembros del Partido Demócrata durante una reciente visita de la líder de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y durante una conferencia de prensa de las congresistas Donna Shalala y Debbie Murkasel-Powell, quienes abogaban por la concesión de un estatus de protección temporal (TPS) para los inmigrantes venezolanos.
¿Cómo llega a presidir Proud Boys?
El cubanoamericano Enrique Tarrio llegó a la Presidencia de Proud Boys tras la renuncia del fundador de este movimiento extremista, el escritor canadiense Gavin McInnes, que tuvo que dimitir al verse envuelto en temas de justicia, con cargos criminales a raíz de, supuestamente, haber participado en una pelea en Nueva York, en 2018, según recogió en su momento Nius Diario.
Ahora Tarrio está al frente de esa organización diseñada sólo para hombres occidentales y profundamente nacionalistas. Él la define como un club masculino de "occidentales chovinistas que se niegan a pedir disculpas por haber creado el mundo moderno". Resumiendo: quieren más armas, menos extranjeros y más fronteras cerradas. Respecto a las mujeres, sienten devoción por las amas de casa.
Otra cosa es lo que piensa de los Proud Boys la asociación por los derechos civiles Southern Poverty Law Center, que ve en ellos un "movimiento de odio". No pasan por alto que se les haya visto contraprogramando manifestaciones de Black Lives Matter y provocando encuentros en ocasiones violentos, que nunca han reunido más de 400 'boys' pese a que Tarrio asegura que su organización tiene 22.000 miembros en todo el mundo.
Se les reconoce fácilmente por sus polos shirt Fred Perry, de color negro, con dos franjas amarillas. Y esto ha llevado a la marca a paralizar la venta de este modelo en Estados Unidos y Canadá para desmarcarse de un movimiento radical (Proud Boys) que ha asumido como uniforme una prenda que debe su nombre a un tenista hijo de un socialista, que comenzó su negocio asociado con un empresario judío de Europa del Este, según recoge El País.
En cuestiones de moda, los Proud Boys tienen un código estilístico que les prohíbe el uso de chancletas. Pero no es la única norma: incluyen reglas para la masturbación y establecen rituales de iniciación para entrar a formar parte de este movimiento extremista. Pero, por encima de todo, aseguran que exigen respeto por la libertad de expresión.
Tarrio fue muy activo en la campaña Reopen Florida y en sus redes sociales ha alertado del daño que los demócratas quieren hacer a la economía de los Estados Unidos.
El cubanoamericano ha llevado a los Proud Boys a conseguir captar la atención de los medios de comunicación hasta el punto de colarse en el debate de los candidatos a la Casa Blanca Donald Trump y Joe Biden. ¿Cuál será el siguiente paso?
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