El presentador del Noticiero Estelar de la televisión cubana, Humberto López, ha vuelto a exponer en horario de máxima audiencia sus tesis sobre el “golpe blando” que están llevando adelante el Movimientos San Isidro (MSI) y otros actores de la sociedad civil a los que calificó de peones del imperio.
En esta ocasión, el especial informativo -que pretende alertar a la población sobre las maniobras de los “enemigos de la revolución”- centró su atención en la figura de Carlos Manuel Álvarez, el joven escritor y periodista cubano que acudió a la sede del MSI para solidarizarse con los huelguistas y contribuir a difundir su mensaje.
Álvarez, director de la revista independiente El Estornudo, se convirtió en el centro de la reflexión (más bien acusación) del informador televisivo. Para López, el joven intelectual no es más que "un peón" de los enemigos que persiguen derrocar el “orden vigente”. El desprecio del presentador hacia el peón le sitúa entre quienes no valoran esa pieza para ganar el juego.
“Para destruir el proyecto de nación de un país, se requiere como elemento muy importante el reclutamiento de peones”, afirmó el periodista oficialista. Carlos Manuel sería uno de esos peones reclutados por Estados Unidos, al que la seguridad del estado no consigue reducir a pesar de la violación de sus derechos y la campaña de difamación emprendida.
La prueba del servicio a "otros" intereses está, según el NTV, en la financiación que recibe El Estornudo. Utilizando un artículo de la propia revista que explica cómo se financia la publicación, el presentador “descubre” que está subvencionada por la Fundación Nacional para la Democracia, o NED (por sus iniciales en inglés).
El artículo, publicado como ejercicio de transparencia y reflexión sobre el periodismo independiente en Cuba, se titula ‘A quien pueda interesar: Nuestra ruta del dinero’. No solo explica su financiación y la lógica detrás de la cooperación, sino que describe las repercusiones que tiene ejercer libremente el periodismo en Cuba, más allá de los insultos de "traidores" y “mercenarios” vertidos en los medios de comunicación oficialistas, los únicos permitidos por el régimen.
Que El Estornudo recibe fondos de la NED lo hace público la propia revista, no el Noticiero Estelar de la seguridad del estado. Y lo hace detallada y reflexivamente, algo que contrasta con la burda manipulación informativa de la prensa oficialista, que omite la práctica totalidad de ideas y datos que ofrece el artículo que cita.
“Hemos mostrado los hechos y acontecimientos de las últimas semanas, y los rostros de unas personas que, a pesar de arrasadores números de seguidores en redes, siguen siendo unos absolutos desconocidos”, afirmó el presentador de una sección que, sin dudas, pasará a la historia.
“De uno de esos desconocidos por la mayoría voy a hablarles hoy”, precisó el reputado presentador. De Carlos Manuel, el peón de la NED, el violador de los protocolos sanitarios del país, el que se hizo una foto con uno que pidió una invasión a Cuba y con otro que se envolvió en la bandera como acto artístico. Y cómo no, del desconocido autor de unas palabras sobre Fidel Castro que, según López, resultan ofensivas para la “inmensa mayoría”.
La insistencia del régimen en mantener impoluta la "sacrosanta" imagen del dictador, elevándolo a la categoría de símbolo nacional adorado por todo el pueblo, resulta patética. Como la estrategia de desacreditar y difamar a quienes exigen derechos y libertades en Cuba: da grima y ya no cuela. Los cubanos tienen internet y no se informan solo por el NTV.
Resulta llamativa la insistencia en el uso de semejantes campañas de difamación que no hacen sino avivar la curiosidad de los ciudadanos en tiempos de redes sociales. Carlos Manuel Álvarez, ese "peón" en el tablero de un régimen que tiembla ante la apertura que le han propuesto las piezas negras, crecerá entre las búsquedas de los cubanos.
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