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El presidente electo Joe Biden ganó el estado de Georgia en la contienda electoral de Estados Unidos por un estrecho margen frente a Donald Trump, mientras que el mandatario obtuvo la victoria en Carolina del Norte.
Finalmente, diez días después de las elecciones, todos los votos electorales han sido distribuidos. Con el cierre del conteo en los dos estados restantes, Biden suma 16 votos electorales y Trump 15, lo que les otorga un total de 306 frente a 232 votos electorales, respectivamente.
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En Georgia, un estado tradicionalmente republicano, el actual inquilino de la Casa Blanca había alcanzado una ventaja en el conteo de votos el mismo 3 de noviembre, pero el resultado se fue revirtiendo a favor de Biden a medida que se contaban las boletas enviadas por correo, principalmente en Atlanta.
Los republicanos han ido perdiendo popularidad en el estado, ya que los legisladores estatales se han negado a expandir Medicaid bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Obamacare). Además, el gobernador de Georgia, Brian Kemp, aprobó en 2019 la "ley del latido", una de las leyes de aborto más restrictivas del país, que prohíbe la interrupción de un embarazo a partir de la sexta semana, cuando generalmente se puede detectar el primer latido del corazón del feto.
Trump mantuvo la tradición republicana en Carolina del Norte, que se ha mantenido como un estado rojo en las contiendas electorales durante décadas, a excepción de la de 2008, en la que Obama resultó el primer demócrata en ganar el estado desde 1976.
Biden se convirtió en presidente electo el sábado, tras hacerse con los 20 votos electorales de Pensilvania y superar los 270 votos requeridos para ganar la presidencia. Poco después de sobrepasar esta cifra el 7 de noviembre, el demócrata obtuvo el triunfo en el estado de Nevada y la noche del jueves ganó Arizona.
Con su victoria estatal este viernes, Biden se anota a su favor un total de cinco estados que Trump ganó en la contienda de 2016: Wisconsin, Michigan, Pensilvania, Arizona y Georgia.
Trump y su campaña están apostando por una batalla legal que pretenden llevar a la Corte Suprema de Estados Unidos, con la intención de demostrar un supuesto fraude electoral de los demócratas y mantener su mandato otros cuatro años.
Sin embargo, este jueves la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad, adscrita al Departamento de Seguridad Nacional y creada por Trump en 2018, aseguró que "no hay evidencia de que algún sistema de votación haya eliminado, perdido o cambiado votos" y que las elecciones del 3 de noviembre han sido "las más seguras en la historia de Estados Unidos".
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