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El huracán Eta, una de las tormentas más poderosas que alcanza Centroamérica en años, azotaba Nicaragua el martes en una empobrecida región de su costa caribeña, descargando fuertes lluvias sobre hogares e infraestructura esencial.
Eta tocó tierra la mañana del martes cerca de Puerto Cabezas, arrancando techos de casas, derribando árboles y líneas eléctricas, y causando inundaciones en la región, dijo Guillermo González, director de la agencia de gestión de desastres Sinapred de Nicaragua.
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La tormenta castigaba la costa nicaragüense con fuertes vientos y lluvias desde la medianoche, precisó la autoridad en rueda de prensa.
Por la tarde del martes, Eta se encontraba a unos 25 kilómetros al sur-suroeste de Puerto Cabezas con vientos máximos sostenidos de 220 kilómetros por hora (km/h) y se desplazaba lentamente a 7 km/h, dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos.
"Estamos en una situación bastante fea aquí, hay vientos, lluvias, estamos mal", se lamentó Elizabeth Enríquez, líder de la comunidad indígena Miskita, cuyo territorio se extiende por toda la costa caribeña del país.
"Las comunidades todas están inundadas, principalmente las del litoral este (que limitan con el océano Atlántico)", agregó. "Y el huracán apenas está entrando".
El NHC, con sede en Florida, calificó a Eta como un huracán "extremadamente peligroso" de categoría 4 en la escala de cinco niveles Saffir-Simpson, y dijo que, a medida que se adentre en tierra, traerá consigo "marejada ciclónica amenazante a la vida, vientos catastróficos, inundaciones repentinas y deslizamientos" en varias ciudades de Centroamérica.
Se espera que el huracán se interne en Honduras el miércoles y que vire el viernes en Guatemala con dirección hacia Cuba. A su paso, descargará fuertes lluvias sobre El Salvador, Belice y las Islas Caimán. Sin embargo, el NHC espera que Eta se debilite tierra adentro.
Las regiones indígenas del norte de Nicaragua que se ubican en el camino de Eta son algunas de las más pobres del país. Muchas personas viven allí en casas de madera que tienen pocas posibilidades contra una tormenta tan poderosa.
Por ello, el Gobierno evacuó el lunes a al menos 3.000 familias, incluidos pescadores que viven en los pueblos más vulnerables de la costa atlántica. Unas 20.000 personas permanecen refugiadas, según el Sinapred.
Más de 1,2 millones de personas, incluyendo medio millón de niños, se verían afectados por la tormenta en Centroamérica, estimó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
El lunes, varios puertos de la vecina Honduras -donde también se realizaron evacuaciones- se vieron obligados a cerrar en medio de informes de inundaciones.
En el departamento Cortés, ubicado en el noroeste de Honduras, se presentaron desbordamientos de ríos e inundaciones. Un adolescente de 13 años perdió la vida luego de que un alud de tierra golpeara su vivienda en la ciudad San Pedro Sula, informó el portavoz del Cuerpo de Bomberos de Honduras, Óscar Triminio.
El Salvador también evacuó a ciudadanos como medida de precaución.
Eta es la vigésimo octava tormenta tropical nombrada de la temporada de huracanes del Atlántico de 2020, lo que marca un récord histórico establecido en 2005.
(Reporte de Ismael López, Nelson Rentería en San Salvador y Gustavo Palencia en Tegucigalpa; Escrito por Diego Oré y Oswaldo Rivas)
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