El Gobierno de Cuba anunció que como parte del ordenamiento monetario y cambiario que efectuará próximamente, se centralizará el precio de 42 productos que van desde materiales de construcción al combustible, incluyendo numerosos alimentos, como el picadillo.
Marino Murillo Jorge, jefe de la Comisión Permanente de Implementación de los Lineamientos, explicó el viernes a los miembros de la Asamblea Nacional que el proceso que se quiere implementar no está exento de riesgos, y uno de los más significativos es que se produzca una inflación mayor de lo que dicen que tienen previsto.
“Por otra parte, en aras de evitar inflaciones mayores que las diseñadas, se ha propuesto que un grupo reducido de productos que son transversales a la economía, tengan precios centralizados”, informó, citado por Granma.
Conforman el listado 42 productos, entre los que el dirigente mencionó el combustible, los servicios de energía eléctrica, agua y alcantarillado; el cemento, los cigarros y la pasta dental.
También se delimitará el precio de alimentos como el azúcar, el café mezclado, el picadillo texturizado, de res y de pescado; lácteos como la leche, el queso fundido y yogur de soya y natural; las compotas, la mortadela, las pastas alimenticias, el pan de corteza dura y las salchichas de pollo, entre otros.
Asimismo, se definieron precios centralizados para la empresa comercializadora Acopio y el sistema minorista.
Mientras, las empresas estarán facultadas para formar otros precios, que aunque no serán centralizados, tendrán determinados límites.
“En relación con las formas de gestión no estatal, hemos propuesto un mecanismo de contención de precios mediante acuerdos, pues es verdad que van a recibir crecimientos de costos”, admitió Murillo.
En un escenario marcado por un profundo y prolongado desabastecimiento de bienes de primera necesidad, que ha traído como consecuencia un incremento de los alimentos en los mercados agropecuarios, el Gobierno plantea centralizar los precios de determinados artículos como una de las vías diseñadas para evitar una inflación incontenible.
Otra manera, anunciada con anterioridad por Marino Murillo, será topar los precios mayoristas, limitando la cantidad de veces que una empresa puede aumentar sus ganancias con ese producto al que se delimitó su precio.
En julio pasado, el gobernante Miguel Díaz-Canel expresó que “la tarea de ordenamiento (monetario) destraba todos los temas pendientes de la economía”, como si la doble moneda fuera lo único que impide “el avance de la actualización del modelo económico”.
Los defensores de esta medida aseguran que la moneda única traerá beneficios para el sector exportador, que recibirá mayores ingresos en pesos cubanos por los productos vendidos. Además, permitirá corregir precios, por lo que abaratará la producción nacional; creará incentivos para elevar la eficiencia en el sector empresarial y favorecerá la sustitución de importaciones.
Frente a este optimismo, economistas independientes como Elías Amor, presidente de la Unión Liberal Cubana, expresó en declaraciones exclusivas a CiberCuba que la unificación monetaria solo intenta distraer la atención del colapso económico que vive la nación caribeña.
Amor vaticinó que el proceso será un gran fracaso y causará mucho daño al país, y entre sus posibles consecuencias negativas enumeró la desaparición de un gran número de empresas estatales, el incremento del desempleo y el empobrecimiento de los cubanos de a pie.
“El Gobierno ha elegido el peor momento posible para llevar adelante la unificación monetaria y cambiaria, que es algo que había que haber hecho desde hace mucho tiempo, pero no en una situación tan compleja, tan difícil, que ellos culpan siempre al embargo, al bloqueo, pero el problema fundamental está en el funcionamiento del sistema económico cubano”, subrayó.
“Por lo tanto, es una justificación, una huida hacia adelante, una manera como otra cualquiera de ganar tiempo porque porque no hay una urgencia para llevar adelante esa unificación”, recalcó.
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