La opositora cubana Diasniurka Salcedo Verdecia fue detenida violentamente este viernes por la Policía, cuando se disponía a entregar unos medicamentos a personas que viven en extrema pobreza.
Salcedo Verdecia pudo grabar el momento exacto en que una patrulla de la PNR se detiene bruscamente cortándole el paso, e inmediatamente tres agentes (una mujer uniformada y dos hombres vestidos de civil) se bajan y se abalanzan contra ella.
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La joven estaba transmitiendo su recorrido en directo por su cuenta de Facebook, en una grabación de poco más de ocho minutos en la cual explicó sus proyectos solidarios de ayuda a personas necesitadas en el municipio Alquízar, en Artemisa, donde reside.
“Díganme, eh, ¿por qué, por qué?”, es lo último que se le escucha decir antes de que los represores le cortaran la grabación.
Según explicó en el video, la opositora se dirigía a entregar unas medicinas y a recibir otras. Mientras caminaba, reveló que el día anterior había dado los medicamentos que le enviaron para un niño enfermo del corazón, con problemas de reforzamiento en los pulmones y las defensas bajas.
También informó que gracias a la colaboración de cubanos del exilio, a la página web de la organización 13 de marzo y a religiosos que viven en Cuba, pudo reunir 1 500 pesos para un anciano que había sido multado, a quien le llevó además alimentos y artículos de aseo.
“Fue multado con 1 500 pesos injustamente, no tenía manera de pagar esa cantidad en 10 días hábiles. Es una persona de la tercera edad, que además de eso está trabajando sin poder, porque tiene limitaciones físicas y una pobreza extrema, y no tiene nada para comer. Hoy sí, porque gracias a ustedes pude llevarle alimentos y muchísimas boberas que le resuelven la situación para algunos días”, explicó.
Salcedo Verdecia anunció un nuevo proyecto en el que está involucrada: el de cocinar en su casa para personas sin recursos, “y que son para mí y para los ojos del mundo casos críticos, poder llevarles una cajita de comida diaria”.
“Entonces, yo necesito que en la medida de las posibilidades me apoyen, para poder así aliviar el hambre de esas personas que tanto lo necesitan. Dicho proyecto lo voy a encaminar con otras personas del exilio que están colaborando, lo cual les agradezco”, expresó.
“Sería muy bueno que cada uno de ustedes se sume, para al menos que estas personas en estado crítico se alimenten un poquito y así cambiarles la vida”, demandó.
Al decir eso, llegó al lugar una pequeña camioneta que debía recoger los medicamentos que la activista llevaba, y a su vez entregarle otros. Pero justo en ese instante se presentó el auto policial y le cortó el paso a la muchacha.
Diasniurka Salcedo Verdecia suele denunciar en sus redes sociales la dura realidad en que viven muchos cubanos, con el fin de delimitar quiénes necesitan la ayuda que envían emigrados desde el exterior, compartirla con esas personas y darles priorizar a los casos más complejos.
A finales de agosto compartió la situación de varias familias con niños que subsisten en condiciones deplorables en su natal Alquízar. En uno de los hogares que visitó convivía una madre de tres niños, uno de los cuales padece de epilepsia y cuyos medicamentos están en falta desde hace tres meses. No tenían sábanas en las camas, ni muebles, ni servicio de agua.
Esta opositora es madre de un niño que sufre una leucemia linfoblástica aguda. Como madre preocupada por el empeoramiento de la pandemia de coronavirus, antes de comenzar el curso escribió un mensaje dirigido a la ministra de Educación, Ena Elsa Velázquez Cobiella, en el que aseguró que no enviaría a su hijo a la escuela para evitar un posible contagio.
“No lo voy a mandar a la escuela porque no lo voy a exponer por una mala decisión de nadie. Considero que la decisión del reinicio del curso escolar es totalmente una locura y nuevamente una mala conducta tomada por los dirigentes”, detalló.
“Primero cerraron el curso y no teníamos ni la mitad de los casos que tenemos hoy en día. Segundo, ¿de dónde usted va sacar los robot esos que garantizarán la limpieza cada tres horas de las sillas, mesas y demás, si ya en las reuniones de padres se les está diciendo a los mismos que cada niño debe garantizar su gel y cloro para desinfectar sus manos”, cuestionó.
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