La policía cubana desarticuló en Cabaiguán, en Sancti Spíritus, una cadena de venta de artículos de primera necesidad que operaba a través de las redes sociales, utilizadas como plataformas de venta online.
En el operativo fueron decomisados más de 580 artículos como detergente, pollo, desodorante y frazadas de piso.
Lo más leído hoy:
Un reportaje de la Televisión Cubana precisa que gracias a “información y denuncias de la población” fueron identificados 28 coleros, 26 de los cuales recibieron "advertencias oficiales" y dos "profilaxis".
Además de los artículos decomisados, la policía incautó listas con nombres y números telefónicos de posibles personas interesadas en la compra de artículos electrodomésticos, dato que el MININT considera una prueba del modus operandi de los coleros.
Una cubana explicó que a ella le dieron un número de teléfono de contacto con el fin de que le vendieran "un número" destinado a comprar un refrigerador.
Maryland Proenza López, analista provincial del MININT, asegura que las plataformas de venta online utilizadas por los revendedores duplican o triplican el precio de los artículos, y precisó que en algunos casos los revendedores no dan a sus clientes sus datos personales y que incluso han llegado a suplantar la identidad de otras personas .
Proenza López indicó que a pesar de los nuevos procedimientos utilizados por los coleros y revendedores, el MININT “siempre va a velar por la tranquilidad ciudadana en el orden interior, en cualquier escenario, ya sea físico o virtual”.
De forma general, en Cabaiguán, han sido radicadas hasta el momento diez denuncias oficiales contra coleros. Dos de ellas han sido elevadas a la Fiscalía, y en uno de los casos el acusado fue sancionado a 10 meses de privación de libertad.
“El éxito de este plan de acciones dependerá en gran medida de la participación de todos”, concluyó el periodista de la Televisión Cubana, que de forma abierta insta a los cubanos a denunciar.
A finales de agosto, otro reportaje de la Televisión Cubana dio cuenta de un operativo, en ese caso en Las Tunas, contra varias cadenas de receptadores que operaban desde las redes sociales y en las colas de las tiendas, y que tenían casas-almacén desde donde distribuían artículos de primera necesidad.
El carácter ejemplarizante de este tipo de operativos se ha vuelto nota distintiva de los reportajes policiales transmitidos por la Televisión Cubana, en los que siempre se describe a los oficiales de la policía y del MININT que intervienen como salvadores de las necesidades de los cubanos, para que no sean maltratados y abusados por precios exorbitantes impuestos por los acaparadores. Semejante actitud ha generado no pocas críticas entre algunos cubanos, que aseguran preferir que las tiendas estén surtidas.
El Gobierno cubano ha aumentado la persecución de los revendedores, coleros y acaparadores en el país desde que comenzó la pandemia de coronavirus.
La crisis económica en Cuba se agravó por el COVID-19 y el cierre de fronteras, y la prensa estatal y el gobernante designado, Miguel Díaz-Canel, no pierden oportunidad para responsabilizar a los coleros y revendedores de agravar la creciente escasez en Cuba.
Más de 22.000 personas fueron reclutadas por las autoridades para organizar las colas y reprimir a coleros y revendedores en las últimas semanas.
En el contexto de desabastecimiento y escasez -agravados por la crisis del coronavirus- el gobierno cubano ha venido reforzado el control policial en los últimos meses para combatir delitos relacionados con el robo y la malversación de insumos de todo tipo.
La prensa oficialista cubana se ha venido haciendo eco, de forma creciente, de arrestos por delitos económicos y decomiso de mercancías. Aunque los reportajes de corte policial en la Televisión Cubana han ganado un buen número de adeptos, su carácter en extremo parcializado también es muy cuestionado, así como el destino final de muchos de los objetos incautados.
Uno de los operativos policiales más recientes tuvo lugar en la madrugada del jueves en áreas del complejo de tiendas de la cadena TRIMAGEN, situado en el municipio Cerro, en La Habana, y concluyó con el arresto de 11 personas dedicadas a la venta de turnos para entrar a los establecimientos.
Archivado en: