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La decisión de Rusia de lanzar su vacuna Sputnik-V contra el COVID-19 antes de que los ensayos completos muestren qué tan bien funciona está generando preocupación entre los expertos, quienes advierten que una inyección parcialmente efectiva puede alentar la mutación del coronavirus.
Los virus, incluido el SARS-CoV-2, son conocidos por su capacidad de mutar todo el tiempo y, a menudo, esto tiene poco o ningún impacto en el riesgo que representa para las personas.
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Pero a algunos científicos les preocupa que agregar "presión evolutiva" al patógeno mediante el despliegue de lo que podría no ser una vacuna totalmente efectiva, podría empeorar las cosas.
"Una protección que no sea completa podría proporcionar una presión de selección que impulse al virus a evadir los anticuerpos que hay, creando cepas que luego eviten todas las respuestas de la vacuna", dijo Ian Jones, profesor de virología en la Universidad de Reading, en Gran Bretaña. "En ese sentido, una mala vacuna es peor que ninguna vacuna".
Los desarrolladores de la Sputnik-V, así como sus patrocinadores financieros y las autoridades rusas, sostienen que la vacuna es segura y que dos meses de ensayos en humanos a pequeña escala han demostrado que funciona.
Pero los resultados de esos ensayos no se han hecho públicos, por lo que muchos científicos occidentales se muestran escépticos y advierten contra su uso hasta que se hayan superado todas las pruebas y los obstáculos regulatorios internacionales.
Las pruebas masivas de la potencial vacuna de Rusia para lograr la aprobación del regulador nacional se realizarán en más de 40.000 personas y serán supervisadas por un organismo extranjero cuando comiencen la próxima semana, se informó el jueves.
"Uno quiere estar seguro de que la vacuna sea eficaz. Realmente no sabemos eso (sobre la vacuna Sputnik)", dijo Kathryn Edwards, profesora de Pediatría y experta en vacunas en la división de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Vanderbilt en Estados Unidos.
Edwards agregó que el riesgo de lo que una vacuna podría hacerle a un virus, en términos de combatirlo, bloquearlo o forzarlo a adaptarse, es "siempre una preocupación".
Dan Barouch, especialista del Centro Médico Beth Israel Deaconess de Harvard en Boston, señaló que las tasas de mutación de los coronavirus son mucho más bajas que las de virus como el VIH, pero agregó: "Hay muchas desventajas potenciales de usar una vacuna que no funciona. El riesgo de que (el virus) mute es un riesgo teórico".
Los científicos dicen que se observa una presión evolutiva similar para mutar en patógenos bacterianos que cuando se enfrentan a antibióticos diseñados para atacarlos, pueden adaptarse para evadir los medicamentos y desarrollar resistencia.
La Organización Mundial de la Salud describe la resistencia a los antibióticos y el aumento de las superbacterias como una de las mayores amenazas para la salud mundial, la seguridad alimentaria y el desarrollo en la actualidad.
Jones enfatizó que las mutaciones virales inducidas por una vacuna son "un resultado poco común", y que cuanto mayor es la eficacia de una vacuna para bloquear la capacidad de un virus de ingresar a las células y replicarse allí, menor es el riesgo de que tenga la oportunidad de circular y "aprender" cómo evadir las defensas de anticuerpos.
"Si (una vacuna) es completamente esterilizante, el virus no puede entrar, por lo que no puede aprender nada porque nunca tiene la oportunidad", señaló. "Pero si entra y se replica, existe una presión de selección para que evite cualquier anticuerpo que haya sido generado por la vacuna ineficiente. Y no se sabe cuál será el resultado de eso".
(Reporte adicional de Julie Steenhuysen en Chicago. Editado en español por Javier Leira)
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