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El gobierno de Cuba cubano afirmó el pasado jueves que no renunciará a la propiedad de una clínica médica situada en Bolivia, luego de que la administración de Jeannine Áñez anunciara que la convertirá en un centro donde recibirá tratamiento el personal de la salud contagiado de coronavirus.
El Ministerio de Exteriores (MINREX), emitió una declaración oficial en la que califica la decisión del gobierno boliviano de “violación de los derechos que le asisten a la República de Cuba como propietario legal del referido inmueble, y se encuentra precedida por el desconocimiento de las normas del derecho internacional”.
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Se trata de una instalación sanitaria de lujo denominada El Colaborador, situada en La Paz y diseñada para la atención exclusiva del exmandatario Evo Morales y sus colaboradores más cercanos.
Conocido como la “clínica cubana” por los vecinos del lugar, el local fue intervenido por las autoridades bolivianas en noviembre pasado, días después de que Evo Morales renunciara al poder y abandonara el país, tras detectarse irregularidades en las elecciones generales.
“He instruido que la clínica de lujo que antes usaba la élite del MAS, ahora sea utilizada para atender a los médicos, enfermeras y personal sanitario que se contagia de COVID-19 en la lucha contra la pandemia”, reveló la presidenta Jeanine Añez Chávez en su cuenta de Twitter esta semana.
La decisión de la presidente Añez, a quien Cuba no reconoce oficialmente, derivó en una protesta del gobierno castrista.
El comunicado emitido por el MINREX detalla que “la instalación que ocupa la Clínica del Colaborador fue comprada y ampliada por el Estado cubano, en estricto cumplimiento de la legislación boliviana”.
“Está ubicada en calle 22, esquina Enrique Herson No. 163 de la zona de Achumani, ciudad de La Paz. Según la Resolución 0410, del 4 de abril de 2007, del Ministerio de Salud boliviano, en correspondencia con las atribuciones conferidas por la Ley Numero 3351, del 21 de febrero de 2006, ese ministerio autorizó el funcionamiento del centro asistencial para la atención de los profesionales cubanos que prestaban colaboración en el sector de la salud y la educación”, precisa el documento.
Según La Habana, luego de que en noviembre pasado las autoridades bolivianas allanaran el lugar, se le ha impedido el acceso al personal de la embajada de Cuba.
“El Gobierno cubano ha reclamado el inmediato restablecimiento de los derechos que le asisten como legítimo propietario del referido inmueble”, mediante dos notas diplomáticas emitidas en abril y junio de 2020, “sin que haya obtenido respuesta alguna”.
Al final de la declaración del MINREX, este aclara que, sin renunciar a la titularidad del inmueble, lo cede temporalmente al pueblo boliviano para que disponga de él mientras dure la pandemia.
“Consciente de que el combate a la pandemia de la COVID-19 requiere de los esfuerzos urgentes y mancomunados de cooperación y la solidaridad y, sin renunciar a la titularidad de la propiedad de la Clínica del Colaborador y a los derechos que como legítimo propietario le asisten, el Gobierno cubano pone a disposición del hermano pueblo boliviano su utilización para asistir a los enfermos de la COVID-19…”, concluye el texto.
La medida adoptada por el gobierno boliviano ha despertado preocupación en algunos sectores en el país sudamericano.
El periodista Carlos Valverde, quien emite un programa en directo en su página de Facebook, aseguró que la clínica sí pertenece legalmente a Cuba y advirtió que obviar esta realidad puede desembocar en un conflicto bilateral.
Valverde mostró a sus seguidores documentos que prueban la titularidad de la instalación a nombre de Cuba y pidió hacer una investigación profunda del tema, así como del origen de todos los recursos y materiales sanitarios encontrados en el local.
“Este certificado catastral dice: Embajada de la República de Cuba. (...) todo legal. Hay gente que dice: . ‘no, cubanos de mierda’. No se trata de eso, se trata de que uno tiene que saber de quién es, de quién es la clínica, y no es correcto meter al país en una cuestión de esta”, subrayó.
“La Fiscalía precintó la ‘clínica cubana’, donde Evo Morales se hizo curar la rodilla y donde iba a hacerse chequeos; nos van a decir que la Fiscalía que desprecintó el lugar, no sabía que el terreno y la construcción son de la Embajada de Cuba? Quién esconde información como esa como para generar un probable conflicto internacional entre nuestro país y Cuba? (así no nos guste su régimen, es un Estado al que hay que respetar como tal)”, escribió el periodista en su muro.
El pasado martes autoridades del gobierno boliviano, lideradas por el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, recorrieron e inspeccionaron la instalación sanitaria.
El titular recalcó entonces que la clínica era usada por Morales y que por tanto pertenece al Estado, aunque señaló que se verificarían aspectos legales para constatar que el local pueda ser habilitado para el tratamiento de pacientes de coronavirus.
Murillo detalló que la clínica cuenta con un tomógrafo valorado en 800 000 dólares, camas eléctricas de cinco movimientos, equipos de radiografía móviles, respiradores, sistemas de oxígeno, generador propio de luz y un gimnasio especial para tratamiento de la rodilla, el cual fue empleado por Evo Morales tras ser operado de una rodilla.
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