El gobierno de Cuba eliminará el gravamen del 10% al dólar estadounidense a partir del lunes 20 de julio, como parte de un nuevo paquete de medidas económicas para paliar la crisis que vive el país.
"Se ha decidido dejar sin efecto la aplicación del gravamen del 10% a los dólares en efectivo que ingresen al sistema bancario, lo cual beneficia a los cubanos que vivimos aquí como a los del exterior", anunció el ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil Fernández, durante el programa televisivo Mesa Redonda de este jueves.
La decisión fue anunciada luego de un Consejo de Ministros extraordinario que sesionó en horas de la mañana, presidido por el gobernante Miguel Díaz-Canel, con el propósito de discutir y aprobar el plan de emergencia económica que se implementará de inmediato en el país.
Gil Fernández resaltó que la eliminación del gravamen se aprueba "aun en medio de la hostilidad y el recrudecimiento del bloqueo económico y comercial de Estados Unidos contra Cuba".
"Eso permite darle más capacidad de compra al dólar, porque ya no se enfrentaría el gasto de un 10% cuando lo depositas en el sistema bancario", puntualizó el funcionario.
El impuesto sobre el dólar estadounidense entró en vigor en 2004 como respuesta del gobierno cubano a las prohibiciones de operar con dólares en bancos extranjeros en medio de las restricciones financieras y comerciales del embargo.
La decisión, anunciada entonces por el gobernante Fidel Castro buscaba contrarrestar las acciones de la administración de George W. Bush para entorpecer los flujos financieros externos cubanos y dificultar que se pudiera depositar en el exterior los dólares en efectivo con que la población y los visitantes extranjeros pagaban en los establecimientos nacionales. El Banco Central de Cuba procedió a aplicar la Resolución No. 80, emitida el 23 de octubre de 2004, la cual pretendió desestimular la entrada de dólares en efectivo al sistema bancario y financiero cubano.
Después de 15 años de aplicación ininterrumpida, el tema del impuesto al dólar volvió a ser objeto de cuestionamiento entre la población a partir de la reciente aprobación gubernamental de ampliar las ventas minoristas en moneda dura en unas 70 tiendas habilitadas, cuyos pagos se realizan con tarjetas magnéticas asociadas a una cuenta bancaria.
Los depósitos de los billetes en dólares estadounidenses en los bancos extranjeros son imprescindibles para el cumplimiento de las obligaciones comerciales del país, debido a que las importaciones de productos no se pagan en efectivo, sino a través de operaciones bancarias respaldadas por fondos disponibles en los bancos de terceros países. Cuando los dólares se reciben en billetes, para utilizarlos en transacciones internacionales, Cuba debe enviarlos al exterior y tener bancos que los quieran recibir, lo cual implica costos adicionales.
No eran objeto del gravamen las transferencias bancarias en dólares que se recibían del exterior, considerando que estas operaciones no estaban vinculadas a costos y riesgos por la manipulación física de los billetes. Tampoco eran gravadas las transacciones con tarjetas internacionales como Visa o Mastercard que no fueran emitidas por bancos estadounidenses.
Al anunciar la apertura de tiendas en moneda dura el pasado octubre, el gobierno cubano sostuvo que era imprescindible mantener el impuesto del 10 % debido al recrudecimiento del cerco económico y financiero de Estados Unidos sobre la isla, pero la necesidad de entrada de dólares estadounidenses provocó ahora la decisión.
En el programa televisivo, el ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, insistió en que se va a eliminar el gravamen al dólar a pesar de que las causas por las cuales se estableció siguen existiendo, porque "en estos momentos es importante facilitar que esos dólares se puedan dedicar a exportar".
El ministro Gil Fernández también explicó que dicha medida está en estrecha relación con la apertura –también el próximo lunes– de las tiendas de alimentos y artículos de primera necesidad en moneda libremente convertible porque "ya todas las transacciones que se hagan con los dólares en efectivo no estarán sujetas al gravamen".
La medida forma parte de una estrategia económica y social para impulsar la economía, "que parte de la necesidad de transformar el comportamiento de la economía cubana con agresividad, intensidad e innovación".
"Ahora vamos a concentrar los mayores esfuerzos en desarrollar acciones para impulsar la economía", dijo el gobernante Miguel Díaz-Canel durante una intervención grabada que antecedió la explicación de la medida en la Mesa Redonda.
El paquete de medidas está desplegado en 209 lineamientos que se irán aplicando de forma "gradual pero avanzando simultáneamente", 33 de esas medidas ya están aprobadas.
Estas medidas económicas se centrarán en un principio en la producción de alimentos y en lo adelante se irán implementando de manera escalonada otras que contribuyan a "la soberanía económica del país", como el incremento y diversificación de las exportaciones, la eliminación de trabas a los cuentapropistas y nuevos mecanismos para la canalización de las remesas, entre otras.
"Tenemos que aprender a vivir con menos importaciones y con más exportaciones, promoviendo la producción nacional para satisfacer la demanda interna", señaló Díaz-Canel.
Las tiendas en moneda libremente convertible para venta de alimentos y artículos de aseo y primera necesidad abrirán el próximo lunes en distintos puntos del país. En La Habana abrirán las tiendas de 3ra. y 70, La Puntilla, 5ta. y 42, Línea y 12, Vento y Camagüey, 26 y 51 y Carlos III. Todas cerraron en abril durante la cuarentena por coronavirus y se reacondicionaron para la venta y el cobro en divisas.
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