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Más de 8.000 cajas de mango ya recogidas en Santiago de Cuba corren el riesgo de perderse por fallos en la cadena productiva, en medio de la severa crisis alimentaria que enfrenta el país.
Según una información del semanario Sierra Maestra, las autoridades de la provincia oriental “trazan estrategias” para tratar de salvar los miles de envases con la preciada fruta.
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Mientras, “en los mercados de las cabeceras municipales y la provincial no se observa el producto en comparación con la presencia de la fruta en los campos”, precisa la publicación.
Sierra Maestra asistió a una reunión presidida por Lázaro Expósito Canto y Beatriz Johnson Urrutia, presidente y vicepresidenta respectivamente del Consejo de Defensa Provincial (CDP), en la que se analizaron aspectos como la recogida, el transporte, el procesamiento industrial y la venta a la población del mango, tanto en fruta así como en mermelada, pulpa y néctar.
“Es necesario que los santiagueros tengan los mangos en sus casas, a su disposición para hacer jugos para los niños, para hacer tajadas, dulces, mermeladas”, dijo Beatriz Johnson.
“El mango no se puede perder en los campos porque es comida y el pueblo lo necesita”, recalcó.
Por su parte, Lázaro Expósito llamó a “mover el pensamiento” y buscar formas de comercialización que impidan que la producción de mango continúe perdiéndose.
“… envasar en cajas de cartón, en bolsas plásticas, diversificar la presentación para hacerlo atractivo y funcional a los clientes... aprovechar el mango, porque es comida hecha, lista para comer y saludable”, subrayó.
Es frecuente que hechos como este sucedan en cualquier parte de la geografía cubana. Mientras la población se ve obligada a permanecer horas en largas y nutridas colas para poder conseguir alimentos, la ineficiencia del sistema de la agricultura provoca la pérdida de miles de productos agrícolas, una realidad que los campesinos no se cansan de denunciar.
En junio pasado un reportero de Periódico 26 reveló en su muro de Facebook la existencia de miles de kilogramos de mango pudriéndose en los campos de Las Tunas, a la espera de un transporte que los trasladase a los centros de venta.
István Ojeda Bello mostró la situación ocurrida en el municipio Manatí, donde al menos 50 cajas de la fruta se perdieron por demoras en el transporte y la comercialización.
El hecho fue confirmado por Martha Orsell Adeis, presidenta de la cooperativa de créditos y servicios Gonzalo Falcón, quien declaró que las pérdidas para el dueño de la cosecha rondaban ya los 3.000 pesos. Además, otros siete productores tenían en ese momento unos 600 quintales de mango sin recoger.
“Y aunque este jueves llegó el imprescindible vehículo y los envases que permitieron retirar una buena cantidad de las frutas en pleno período de maduración aún queda mucha por salvar allí porque en total”, añadió.
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