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Antonio, un paciente cubano de 70 años que se recuperó del nuevo coronavirus en La Habana, agradeció al equipo médico que le atendió durante su estancia en el hospital y donde necesitó cuidados intensivos.
Mientras estuvo ingresado, Antonio necesitó respiración artificial y desde la sala de cuidados intensivos levantaba las manos para agradecer a sus médicos. Ahora que está a salvo, en su casa, lo hace a través de mensajes de voz, como mostró un reportaje de la televisión cubana.
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"Ustedes con su milagro y con su entrega me han demostrado que la vida también se puede dar dos veces", confesó el paciente cubano a la prensa oficialista. "Ustedes me han devuelto la vida por segunda vez".
Beatriz Santiesteban, la doctora que le le atendió, también refirió sentir un vínculo especial con él y confesó haber llorado cuando supo que Antonio tiene una hija, que se llama como ella. En el momento más duro estuvo a su lado, cuidándolo como un padre, aunque se tratara de un desconocido.
La situación sanitaria de COVID-19 en Cuba ha agravado la escasez de alimentos y otros productos de primera necesidad en los establecimientos comerciales estatales, mientras que se venden a elevados precios en el mercado informal. Las autoridades cubanas tampoco han podido evitar las aglomeraciones y han acudido al racionamiento como único modo de venta.
En los últimos días los números de contagios según las estadísticas oficiales han ido disminuyendo considerablemente y solo La Habana y Matanzas tienen casos activos de pacientes con el nuevo coronavirus. El resto del país se encuentra actualmente en la primera fase de vuelta a la normalidad.
Aunque la prensa oficialista insiste en defender la calidad de la medicina cubana, la realidad es que las instituciones médicas cubanas se encuentran muy deterioradas y carecen de medicinas y recursos.
En el hospital de Baracoa, Guantánamo, las cucarachas se pasean por las zonas donde hay pacientes ingresados, denunció el periodista independiente Emilio Almaguer de la Cruz, quien se quejó también de la calidad de la alimentación, que no es mala solo para los pacientes, sino para el personal sanitario.
Arroz blanco, un huevo hervido, un perro caliente y algo que se asemeja a un pedazo de yuca puede ser la comida que le dan a unos médicos de guardia, según lo que publicó en Facebook la especialista cubana Bárbara Veliz
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